El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, iniciaron este miércoles su primera reunión en más de un año. Ambos asistieron a una cumbre de cuatro horas en Silicon Valley, a las afueras de San Francisco.
Biden, que como anfitrión habló primero, recordó que sus encuentros con Xi Jinping -al que conoció cuando los dos eran vicepresidentes, hace 12 años- “han sido siempre sinceros, directos y útiles”.
Jinping lo confirmó, y dijo que “aún recuerdo aquel primer encuentro”. Y a continuación empezó la parte de la sinceridad y, más o menos, de la utilidad.
El presidente chino calificó la relación entre Estados Unidos y China como “la relación bilateral más importante del mundo”.“Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda no es una opción”, dijo Jinping.
“No es realista que una parte remodele a la otra y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes. Sigo opinando que la competencia entre los grandes países no es lo que prevalece en los tiempos actuales y no puede resolver los problemas que enfrentan China y Estados Unidos o el mundo en general. El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito, y el éxito de un país es una oportunidad para el otro”, completó.
Al finalizar, Jinping le dijo a Biden que China y Estados Unidos son países muy diferentes, pero que deberían ser “totalmente capaces de superar las diferencias”.
“Creo firmemente en el futuro prometedor de la relación bilateral”, cerró el mandatario chino.
La última vez en que Biden y Jinping hablaron cara a cara fue hace exactamente un año y dos días, en la cumbre del G-20 de Bali, en Indonesia. Rusia ya había invadido Ucrania, pero Hamás no había lanzado una oleada de matanzas en Israel que había desencadenado una nueva guerra en Oriente Próximo.