domingo, noviembre 24, 2024
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Winston, Wanda Vision y la dictadura del pensamiento positivo

En días recientes, el canal TVES fue señalado por plagiar, una vez más, contenido de estudios de Hollywood, en un clásico robo de la programación de la emisora pirata.

Lo suelen hacer con películas y títulos de éxito de la casa Disney, para mayor contradicción y evidencia de la falta de imaginación, de una política seria de producción, bajo la gerencia de Winston Vallenilla, quien encarna uno de los modelos aspiracionales del madurismo decadente, desde el plano de la farándula.  

Winston, Wanda Vision y la dictadura del pensamiento positivo

En tal sentido, la transmisión de Wanda Vision, sin pago de derechos, funciona para establecer paralelismos entre el simulacro del comunismo venezolano y la falsedad del mundo retratado por la casa Marvel en la saga de la Bruja Escarlata, cuya imagen de matriarca tiránica comparte algunas represiones del sistema encarnado por el big brother de Winston Vallenilla.

En el caso de ella, vemos cómo el pensamiento positivo de unidad familiar, puede acarrear pésimas consecuencias, dentro de una burbuja suburbial, construida bajo la inspiración de los enlatados de la televisión americana.

La heroína constriñe y censura a su prole, obligándola a protagonizar una suerte de sitcom distópico, tipo Twin Peaks de David Lynch, donde o sonríes plásticamente o ingresas a una lista negra de cancelados virtuales.

Al respecto, la serie plantea una reacción moralista ante el impacto de la mujer en los últimos tiempos, siendo una versión bastante inquisidora y reduccionista sobre el ascenso del poder femenino, al cual se teme y se muestra como algo negativo.

Sin embargo, al margen de las críticas y discusiones, “Wanda Vision” ofrece un sabroso contrabando ideológico, al exponer el perjuicio de una vida controlada por un proyecto mesiánico de confinamiento estricto.

Algo nada casual en la era de las cuarentenas impulsadas por el virus de Wuhan y las corrientes chinas de Vigilancia y Castigo en el nacimiento de los estados prisiones del siglo XXI.

Una terrible mezcla de “Truman Show” con un panóptico diseñado al estilo de las cárceles de Corea Norte, Cuba e Irán.

Winston, Wanda Vision y la dictadura del pensamiento positivo

Salvando las distancias, Winston Vallenilla también tiene su “Wanda Vision” en Tves, a merced de una estricta dictadura de la felicidad, chapada a la antigua de la Unión Soviética en la era de Stalin.

A propósito, recomiendo revisar el libro “Sonríe o Muere: las trampas del pensamiento positivo”, escrito y publicado por Barbara Ehrenreich.

Winston, Wanda Vision y la dictadura del pensamiento positivo

Si les fastidia leer o no consiguen el PDF, revisen los resúmenes disponibles en Youtube.

Según la investigación de la autora, Stalin impuso el código de hierro del socialismo real, exigiendo al arte y la cultura expresar una alegría impostada con puros “happy endings”.

Winston, Wanda Vision y la dictadura del pensamiento positivo

La exigencia de optimismo marcaba el desarrollo de largometrajes, de las obras pictóricas, de las fotografías, para servir de cortina y encubrimiento del genocidio de la población.

Era una mascarada kitsch, de pinturas hipócritas de hombres rozagantes, que buscaba ocultar la miseria, el hambre y la sangre derramada de las víctimas de Stalin.

El pensamiento positivo, mucho después, evolucionaría corporativamente como el dogma del Bigh Tech, del mercado de los influencers, de la publicidad banal y de cuanto gurú existe en la esfera de los charlatanes del coaching.

Un esquema ponzi sustentado en el hazlo tú mismo, el empoderamiento, la voluntad y el esfuerzo personal, más allá de los pobres resultados obtenidos.

Al final, dice Barbara Ehrenreich, el mantra del best seller “El Secreto” se utilizó para disfrazar la ruina laboral del planeta en el milenio, endosándonos la responsabilidad de resolver con pañitos calientes y soluciones homeopáticas de empatía.

Pues bien, aquí en Venezuela gritar “familia” como Winston, todos los días por TVES, no te salvará del COVID, si no te vacunas o no tienes plata para quedarte en casa.

Es privilegio de la burocracia de Winston el mostrarse eufórico y emocionado por su canal, mientras el país se paraliza y asiste al acto de crueldad de no encontrar remedio para su enfermedad.  

He monitoreado TVES en los últimos días, para comprobar que su burbuja de “Wanda Vision” desinforma y no pasa noticias, dedicándose a transmitir enlatados, fuera de contexto, de concursos de cantantes del llano y jóvenes practicando ejercicios sin distanciamiento social. Tremendo ejemplo cuando los gimnasios son caldo de cultivo de la epidemia.

Winston Vallenilla es el prototipo del ciudadano admitido por Maduro: obediente, inofensivo, pragmático y manipulador.

Su doble cara es la de un estado que finge buen humor en cadena nacional, al tiempo que prodiga la máxima tristeza a sus ciudadanos, aterrorizados y amenazados por todo.

Estimo que al Wanda Vision rojo habrá que conseguirle su cura, nivel Avengers.  

Sergio Monsalve. Director Editorial de Globomiami.

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