PUERTO PRÍNCIPE.- La situación en Haití se torna cada vez más alarmante, con la violencia de las bandas criminales cobrando la vida de al menos 70 personas desde el inicio de este mes. La mayoría de estas tragedias se han registrado en el barrio de Carrefour-Feuilles, en pleno corazón de Puerto Príncipe.
La pandilla conocida como Gran Ravin ha desatado una espiral de violencia que ha dejado un saldo de 54 víctimas fatales en Carrefour-Feuilles, un incidente que se perfila como uno de los episodios más sangrientos desde que los grupos criminales tomaron el control de partes significativas de la capital. Esta situación se ha agravado desde el trágico asesinato en 2021 del entonces presidente del país, Jovenel Moise.
En medio de este caos, la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos en Haití ha alzado su voz de condena, apuntando a la “complicidad” del Consejo Nacional Superior de Policía y la inacción evidente por parte de las autoridades policiales. Estas últimas, en lugar de proteger a una población vulnerable y expuesta a las bandas armadas, han mostrado una actitud cínica y pasiva.
Lee también: Puerto Rico sufre su tercera derrota consecutiva en preparación al Mundial
Los primeros estallidos de tiroteos en Carrefour-Feuilles se suscitaron el pasado domingo por la tarde, y aunque la población buscó refugio en sus hogares, el lunes en la madrugada, la necesidad de auxilio ante la Policía se tornó apremiante. Incluso, los habitantes se congregaron al día siguiente para solicitar asistencia a las autoridades, en un intento desesperado por mantener sus hogares y sus vidas.
No obstante, a lo largo de los tres días siguientes, la banda liderada por Renel Destina, alias “Ti Lapli”, un individuo de 42 años que es buscado por el FBI por el secuestro de un ciudadano estadounidense hace dos años, emprendió una última ofensiva. Esta culminó con la toma total del barrio, en palabras de los residentes, “a sangre fría”.
La Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos en Haití describió la situación como desgarradora: “El escenario es recurrente: grupos armados generan un clima de terror en el país, cobran vidas, dejan heridas y obligan a miles de familias a huir, abandonando sus hogares y pertenencias”.
Según el último informe de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la ola de violencia desatada por las bandas criminales en Haití ha dejado al menos 2,439 muertos, 902 heridos y 951 secuestrados desde el 1 de enero hasta el 15 de agosto de este año.