Transparencia Internacional (TI) presentó el informe sobre el Índice de Percepciones de la Corrupción (IPC) del 2020, el cual esclarece el panorama respecto al estado de la corrupción de la globalidad y Venezuela se ve destacado como uno de los países mas corruptos del mundo.
La nación se encuentra en el lugar 176 de 179 y le siguen Yemen, Siria, Sudán del Sur y Somalia.
Cuba esta ubicada en el puesto 63; con una puntuación de 47, dándole tres puntos por debajo del mínimo que TI considera necesario.
Según el documento, con un escaso o nulo progreso se ha visto en los últimos diez años ya que “más de dos tercios de los países obtienen una puntuación de menos de 50” así lo establece el TI, “no sólo socava la respuesta sanitaria mundial a la pandemia por la covid-19 sino que contribuye a una crisis continua de democracia”.
Para la institución, el pasado 2020 “es uno de los peores años de la historia reciente”, debido al impacto que ha tenido la pandemia tanto en la esfera de la salud como en la economía y catalogó de “catastrófico” el efecto ocasionado en los individuos como en entidades y comunidades de toda índole.
TI afirma que los efectos del covid-19 ”no son únicamente sanitarios y económicos, sino también la antesala a una crisis de corrupción. Con innumerables vidas perdidas debido a los efectos insidiosos de la corrupción que socavan una respuesta mundial justa y equitativa”.
Entre las prácticas corruptas que enumeran, se encuentran: el soborno, la malversación, el sobreprecio y el favoritismo, lo cual indica, según la organización, que “la corrupción en la atención de la salud adopta muchas formas”.
En otro orden, los seis países con una evaluación por encima de 80 puntos son: Dinamarca y Nueva Zelanda quedando empatados con 88 puntos.
“Con una puntuación de 67”, expresa el TI, “Estados Unidos alcanza la posición más baja en el IPC desde 2012. Los desafíos de la Administración a la supervisión del paquete de ayuda sin precedentes de US $1 billón para lidiar con el virus plantearon serias preocupaciones anticorrupción y marcaron un retroceso significativo de las normas democráticas de larga data que promueve un gobierno responsable”.
