El expresidente Donald Trump recriminó al juez Arthur Engoron este lunes por haber fallado en su contra el cargo de fraude.
“Usted falló contra mí, dijo que era un fraude antes de saber nada de mí”, espetó mirándole directamente, tras lo que sostuvo que “el fraude es el tribunal” porque “no valoró las propiedades correctamente”.
La reacción del exmandatario llegan durante su declaración como testigo en el juicio contra la Organización Trump.
El republicano, que está acusado de haber inflado colosalmente el valor de sus activos inmobiliarios, como la Torre Trump de Nueva York, denunció nuevamente una “guerra política” contra él a su llegada al tribunal, como ya ha hecho en otras ocasiones.
El juicio contra la organización Trump
“Este es un juicio muy injusto”, espetó Trump, que comenzó el testimonio tranquilo pero progresivamente fue respondiendo en tono más airado, tras un duro intercambio entre el juez Arthur Engoron y el abogado defensor Christopher Kise, solo una hora después de empezar el testimonio, y antes de la primera pausa.
El fiscal Kevin Wallace preguntó a Trump por los documentos de condición financiera, en los que se basa el caso y que supuestamente inflaban el valor de los activos para que la empresa obtener ventajas con bancos y aseguradoras; el acusado reconoció que los “miraba” y hacía “sugerencias”, pero les restó valor.
El juez, Arthur Engoron, ha escuchado los intercambios sin hacer comentarios, pero después ha instado a las partes a proceder “con rapidez” y ha pedido a Trump a “responder a las preguntas sin discursos“. Su abogado, Christopher Kise, ha lanzado una queja justificando que eran “preguntas abiertas”.
“Es un juicio realmente injusto, y espero que la gente lo vea”, ha defendido Trump, mientras el juez le pedía repetidamente que acortara sus respuestas y le advertía de que el juicio “no es una reunión política“.
En el juicio, que durará hasta diciembre, se dirimen seis cargos relacionados con presuntas ilegalidades en la Organización Trump, como falsedad documental, y las compensaciones económicas. Trump también se juega la capacidad de hacer negocios en el estado.