Con un desfile virtual y el llamado a que se limiten las reuniones familiares, los estadounidenses celebran este jueves un Día de Acción de Gracias empañado por el repunte de la pandemia de covid-19 en el país.
La irrupción del virus pudo también con el famoso desfile de Acción de Gracias, que habitualmente reúne a millones de personas en las calles de Nueva York, y se celebró este jueves sin público.
Se difundió por internet, filmado en su mayoría con anterioridad.
Como muchos de sus compatriotas, el presidente electo Joe Biden siguió las recomendaciones sanitarias y no se desplazó a Massachusetts como cada año.
El demócrata pasará esta fiesta en su feudo de Delaware solo con su esposa, su hija y su yerno.
“Sé que no es la manera en la que muchos de nosotros esperábamos pasar las fiestas”, subrayó quien fuera vicepresidente con Barack Obama, en un video difundido el jueves en Twitter.
“Sabemos que el pequeño sacrificio de quedarse en casa es un regalo para el resto de compatriotas estadounidenses”, añadió.
En una muestra de sus diferencias en la gestión de la pandemia, el presidente Donald Trump animó el miércoles a “todos los estadounidenses a juntarse, en su casas y en lugares de culto”, durante su mensaje de Acción de Gracias.
El magnate republicano, que pasó la mañana jugando al golf, debe cenar con su familia en la Casa Blanca, según la portavoz de la primera dama.
Pese a las alertas, casi siete millones de personas tomaron el avión en los últimos siete días, según datos de la agencia TSA, encargada de los controles de seguridad en los aeropuertos, un 22% más que la semana anterior.
Pero los reencuentros familiares alrededor del tradicional pavo relleno no sabrán igual este año, cuando el país acaba de registrar más de 2400 muertes por coronavirus en 24 horas, la mayor cifra en los últimos seis meses.
AFP.