El presidente Donald Trump podría ser dado de alta este lunes del hospital militar Walter Ree, donde es tratado por covid-19 desde el viernes en la noche.
Su jefe de gabinete, Mark Meadows, dijo que había mejorado en las últimas horas y que los médicos decidirán su eventual alta en el correr del día.
“Somos optimistas de que, en base a su increíble progreso (…) sea dado de alta”, dijo Meadows a Fox News. “Pero esa decisión no se tomará hasta más tarde en la jornada”, agregó.
Sin embargo, crecía la polémica por las precauciones, o la falta de precauciones, tomadas por la Casa Blanca y la familia Trump para evitar los contagios.
La Casa Blanca, ¿una potencial zona de contagio de covid-19?
Tres días después de la internación de Trump, su secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, anunció que tiene el virus, pero sin síntomas, tras dar negativo de manera constante en las pruebas desde el jueves.
Ese día, la infección de la asistente presidencial Hope Hicks hizo encender las alarmas.
McEnany, quien dijo que se pondrá en cuarentena y continuará trabajando en forma remota, es el caso de covid-19 más reciente en el círculo del mandatario.
El listado incluye a la primera dama, Melania Trump; al gerente de la campaña Trump 2020, Bill Stepien; a la asesora de Trump Kellyanne Conway; al exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie; a la titular del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; y a los senadores republicanos Mike Lee de Utah, Thom Tillis de Carolina del Norte y Ron Johnson de Wisconsin, así como el ayudante personal de Trump, Nick Luna.
Tuits tras paseo
A pesar de esto y de los muchos interrogantes sobre la salud de Trump luego de mensajes oficiales confusos el fin de semana, el mandatario dejó en claro su intención de regresar a la campaña para los comicios del 3 de noviembre, en la que el demócrata Joe Biden lidera la carrera por unos 8 puntos porcentuales, según el promedio de encuestas nacionales.
Lo hizo escribiendo 15 mensajes en mayúscula en 30 minutos en su cuenta en Twitter, destacando lo que considera los éxitos de su gobierno.
“MERCADOS BURSÁTILES EN ALZA. ¡VOTEN!”. “EL EJÉRCITO MÁS FUERTE. ¡VOTEN!”. “LEY Y ORDEN. ¡VOTEN!”. “LIBERTAD RELIGIOSA. ¡VOTEN!”. “EL MAYOR RECORTE DE IMPUESTOS DE LA HISTORIA Y OTRO POR VENIR. ¡VOTEN!”. “FUERZA DEL ESPACIO. ¡VOTEN!”. “LUCHA CONTRA LOS CORRUPTOS MEDIOS DE NOTICIAS FALSAS. ¡VOTEN!”.
La avalancha de tuits de Trump tuvo lugar tras su breve salida el domingo del hospital para saludar a sus seguidores desde un automóvil, lo que desató una controversia sobre los riesgos para su salud y la de sus guardaespaldas.
Un portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, aseguró que habían tomado las precauciones “apropiadas” para proteger a Trump y al personal de apoyo. Pero expertos en salud cuestionaron duramente la salida, considerándola “una locura”.
El paseo fue anunciado por el propio mandatario en un video divulgado poco antes en Twitter en el que dijo que había aprendido “mucho sobre covid”.
En el entorno de Trump reinaba un optimismo prudente sobre el estado de salud del presidente, aunque su médico, Sean Conley, admitió que el mandatario estuvo más grave de lo informado inicialmente.
El domingo, Conley dijo que Trump había necesitado oxígeno suplementario el viernes y reconoció que no había revelado este incidente el sábado para proyectar una imagen “optimista”. Ese día, Meadows confió a periodistas que las 24 horas precedentes del mandatario habían sido preocupantes.
Conley también indicó que el sábado se produjo otro episodio de baja de oxígeno, y que ese mismo día, los médicos le dieron dexametasona, un corticoide eficaz para manifestaciones graves de covid-19, además del antiviral remdesivir y del cóctel experimental de la empresa Regeneron, que le fueron administrados a partir del viernes.
Con información de la AFP.