La carrera presidencial republicana se encuentra en pleno apogeo, y la última controversia ha surgido entre los dos principales precandidatos, Donald Trump y Ron DeSantis. El tema central de la disputa se centra en la postura de DeSantis con respecto a los subsidios agrícolas otorgados durante la administración Trump y su relación con China comunista.
La controversia se remonta a 2018, cuando Ron DeSantis, entonces miembro del Congreso y candidato a la gobernación de Florida, expresó su desacuerdo con los subsidios agrícolas implementados por el presidente Trump. La administración Trump impuso aranceles por valor de más de 300 mil millones de dólares a productos chinos como parte de un programa de ayuda a los agricultores estadounidenses. La Casa Blanca prometió enviar 28 mil millones de dólares en subsidios para respaldar a la industria agrícola en ese momento.
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En un mitin reciente en Dakota, el expresidente Trump acusó a DeSantis de “ponerse del lado de los comunistas en China” debido a su oposición a estos subsidios. Trump afirmó que protegió a los agricultores de manera efectiva y que estos recibieron “grandes cheques” gracias a su política. Esta acusación marca un punto de conflicto entre los dos precandidatos republicanos y ha generado un intenso debate en el escenario político.
Ron DeSantis, en su rol como gobernador de Florida, ha tomado medidas para restringir la influencia china en el estado, firmando proyectos de ley que impiden que ciudadanos chinos adquieran tierras en Florida. Además, ha calificado al Partido Comunista Chino como “la mayor amenaza geopolítica de Estados Unidos”. Estas acciones parecen contradecir la acusación de Trump de que DeSantis se alinea con China comunista.
Hasta el momento, Ron DeSantis no ha respondido directamente a las acusaciones de Trump, dejando la puerta abierta para futuros debates en la campaña presidencial republicana.
A pesar de estas acusaciones y de las controversias legales que rodean a Donald Trump, las encuestas nacionales muestran que sigue siendo el favorito indiscutible para ganar la nominación presidencial del Partido Republicano, con una ventaja de 39 puntos sobre Ron DeSantis. Sin embargo, esta disputa resalta la importancia de la política exterior y la relación con China como temas clave en la campaña presidencial, que sin duda seguirán siendo objeto de debate en los meses venideros.
