Sudáfrica, que avizora la llegada de una tercera ola de covid-19, lanzó este lunes con atraso una campaña de vacunación a gran escala dirigida sobre todo a los mayores de 60 años y a las personas con riesgos.
Sudáfrica, el país africano oficialmente más afectado por la pandemia, con más de 1,6 millones de contagiados, de los cuales 55.210 murieron, ha vacunado hasta ahora solo al 1% de su población.
A principios de febrero, el país descartó la inyección británica AstraZeneca, tras las dudas sobre su eficacia frente a la variante local.
En el curso de esta segunda fase de su plan para inmunizar a su población, el gobierno prevé vacunar a 16,6 millones de personas en seis meses, incluidos cinco millones de mayores de 60 años de aquí a fines de junio.
Los objetivos se cumplirán si Sudáfrica recibe a tiempo las vacunas compradas, precisó el domingo por la noche el ministro de Salud, Zweli Mkhize.
“Para fines de junio, esperamos haber recibido 4,5 millones de dosis de Pfizer y dos millones de dosis de Johnson & Johnson”, dijo Mkhize a los periodistas.
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Sudáfrica ha quedado hasta ahora rezagada con relación a la Unión Europea o Estados Unidos que aspiran a tener vacunada a la mayoría de la población en el próximo trimestre.
Pero el gobierno sudafricano afirma haber comprado dosis suficientes para al menos 45 millones de los 59 millones de habitantes. Es decir, suficiente para lograr la inmunidad colectiva, un objetivo inicialmente previsto para fines de año.
Sudáfrica recibió a principios de mayo un primer lote de más de 320.000 vacunas del laboratorio estadounidense Pfizer, por un pedido total de 4,5 millones de dosis.
“Si las vacunas…”
El gobierno reanudó solo recientemente la vacunación de las 1,25 millones de personas que trabajan en el sector sanitario.
Este retraso es en parte responsable, según los especialistas, de que los contagios volvieran a aumentar en las últimas semanas en Sudáfrica, muy golpeada por una segunda ola a finales de 2020.
“Si las vacunas hubieran sido distribuidas muchos antes, ello habría ayudado” a evitar los contagios, aunque intervinieron otros factores, como el abandono de las medidas de prevención, opina Nombulelo Magula, especialista en medicina interna y miembro del Consejo científico del ministerio de Salud.
Pero según el virólogo Barry Schoub, también miembro del Consejo científico, la difusión de las vacunas en otras partes del mundo no evitó una reanudación de la pandemia. “Basta examinar lo que pasó en Reino Unido o en Europa” dice a la AFP.
Entre la última semana de abril y la primera de mayo, las contaminaciones en Sudáfrica aumentaron un 46%.
Por su parte, la mortalidad creció más del 18%, según el ministerio de Salud, aunque el número de admisiones en los hospitales se mantiene estable.