La organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) ofreció este jueves una rueda de prensa desde Washington en la que hablaron de varias irregularidades en la selva del Darién.
En el informe, se centraron en el peligroso cruce entre Colombia y Panamá y los desafíos que enfrentan los migrantes que deciden aventurarse por este paso con el fin de llegar a los Estados Unidos.
Una de las preocupaciones más grandes es como el grupo criminal Clan del Golfo ha aumentado su poderío en la zona.
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Además, han logrado lucrarse con quienes transitan por la selva, pues según informó Juanita Goebertus, directora para las Américas en esta ONG, los investigadores de HRW pudieron establecer que el Clan estaría recibiendo al menos 57 millones de dólares anuales por la vía del cobro de extorsiones.
Estos cobros también los hacen a las personas en la región que movilizan a los indocumentados en su periplo, reseñó El Tiempo.
“Lo que estamos viendo (en el Tapón del Darién) no es solo un fracaso humanitario, y en política migratoria sino también de seguridad porque lo que está significando pasar a los migrantes es enriquecer a un grupo tan peligroso como el Clan del Golfo”, dijo Goebertus.
Aumenta crisis en la selva del Darién
Además, explicaron que las medidas impuestas por el gobierno de Joe Biden en el tema migratorio ha hecho que se agrave la crisis en esta región.
Otro dato relevante que reveló Goerbertus es que autoridades locales no frenan estos delitos y en algunos casos hasta ayudan a la red criminal o forman parte de esta.
“Sabemos que han estado involucrados en distintos niveles de este negocio migratorio. Son dueños de las lanchas o venden ‘paquetes turísticos’ de los distintos pasos por el Darién. También hemos recibido información de cómo el Clan extorsiona, tiene control, compra apoyos políticos en la región para poder operar ese negocio. Las autoridades locales no controlan el negocio sino al revés. Es el Clan el que tiene el control, incluso sobre la participación de las autoridades locales”, afirma Goebertus.
