Luego de seis días comenzaron a zarpar los buques rusos que llegaron a Cuba para unos ejercicios militares que, según autoridades estadounidenses, no representaron ninguna amenaza.
La actividad suponía un refuerzo de los lazos entre ambos países, cuestionado por sus sistemas políticos caracterizados por el autoritarismo.
El submarino nuclear ruso Kazan fue el primero en abandonar La Habana. Informaron que la embarcación salió escoltada fuera del puerto con la ayuda de remolcadores.
Para este lunes se espera la salida de la fragata rusa Gorshkov, el petrolero de flota Pashin y el remolcador de rescate Nikolai Chiker.
¿Por qué ha sido tan relevante esta visita?
Se trata del convoy más grande que Rusia ha enviado en años a la isla.
Por ahora no se sabe cuál será el próximo destino de estas embarcaciones, pero según las estimaciones que ha hecho Estados Unidos sería Venezuela.
Este último país también tiene lazos estrechos con el régimen venezolano, que actualmente busca continuar en el poder a través de unas elecciones presidenciales que han estado marcadas previamente por varias denuncias, debido a la inhabilitación de opositores y otras trabas que permitan una amplia participación.