Un juez de Los Ángeles que decidirá si Erik y Lyle Menéndez serán sentenciados nuevamente programó una audiencia para el 11 de diciembre para los hermanos, quienes están cumpliendo cadenas perpetuas sin libertad condicional por los asesinatos con escopeta de sus padres en 1989 dentro de la casa de la familia en Beverly Hills.
La medida llega luego de que los fiscales presentaran una recomendación para la nueva sentencia de los hermanos la semana pasada. Después de un juicio inicial en el que el jurado no alcanzó un veredicto unánime para ninguno de los dos hermanos, fueron condenados por el parricidio de Kitty y Jose Menéndez, y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Los abogados de Erik y Lyle Menéndez nunca negaron que los hermanos mataron a sus padres, pero argumentaron que actuaron en defensa propia después de años de abuso emocional y sexual por parte de su padre. Gran parte de la evidencia relacionada con el abuso fue excluida en su segundo juicio.
¿Qué sigue en el proceso?
El 11 de diciembre, el juez escuchará primero a los abogados defensores de los hermanos y programará una audiencia para considerar la solicitud.
Los abogados de los hermanos dijeron que apoyan la moción del fiscal, por lo que se espera que se pueda programar una audiencia sin mucha demora.
Si la moción de la fiscalía es aceptada, las condenas actuales de los hermanos, que los mantienen tras las rejas sin posibilidad de libertad condicional, podrían reducirse a penas de entre 50 años y cadena perpetua, lo que les haría elegibles para solicitar su libertad.