La administración de Nicolás Maduro ha “privatizado” el Hotel Humboldt y el cerro Ávila. La familia Ceballos serían los que lideran la zona, así lo reseñó la periodista Patricia Marcano para el medio Digital Armando. Info.

En el reportaje la periodista aseguró que si se alza la mirada en Caracas se puede apreciar en la cima de El Ávila los indicios de lo que catalogó como ”un proceso de conquista”.

La familia Ceballos, uno de los grupos contratistas favorecidos por el régimen venezolano, inició en el año 2014 la construcción de una extensión del teleférico al litoral, pero cinco años después expandió su control a la operación de la lujosa torre cilíndrica que corona la montaña.

Actualmente, el objetivo es continuar con el proceso de privatización y encontrar más bienes para explotarlos, incluyendo todo el sistema teleférico, la pista de patinaje sobre hielo y los pequeños comercios de la caminería que culmina en el hotel Humboldt construido en la década de los años 50.

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La Operadora Turística Humboldt 1956 es, según Marcano, otra de ”las múltiples fachadas mercantiles de la familia Ceballos”, uno de los contratistas predilectos de la dictadura de Nicolás Maduro.

Los Ceballos son un grupo familiar que, desde finales de la década de los años 70, se había dedicado a la construcción de obras civiles para la dictadura al amparo de diversas personas jurídicas y, desde el año 2000, con Inversiones Alfamaq como su empresa principal.

En el Sistema Nacional de Contrataciones públicas no es difícil notar que la experiencia de los Ceballos se había desarrollado hasta 2007 fundamentalmente en el área de construcción de planteles educativos, como proveedores de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE) del Ministerio de Educación.