Grant Shapps, Ministro de Transporte del Reino Unido, afirmó este miércoles que la institución estudia ejecutar la prohibición de los viajes internacionales, haciendo énfasis en que la gente no debería hacer aún planes de viajes o vacaciones al menos hasta que el plan de vacunación masiva esté completo.
En una entrevista para el programa Breakfast de la BBC, Shapps comentó que “la gente del Reino Unido no debería planificar ningún evento de cara al verano o las fiestas navideñas del 2021 tanto nacional como internacionalmente, al menos hasta que exista un plan más concreto para salir de la cuarentena, que se espera sea anunciado por el primer ministro Boris Johnson a finales de febrero”.
Además, el encargado señaló que las travesías al extranjero dependen primeramente de que “todos se vacunen”, ya sea en el Reino Unido o en otras fronteras, por lo que pronto podría haber una prohibición establecida.
“Ante la posibilidad de que alguien esté escuchando esta entrevista en esta etapa y esté pensando en reservar unas vacaciones en las circunstancias actuales, tenga en cuenta que no puede hacerlo legalmente en este momento”, agregó, sin especificar a qué se refería con el “término legal”, según información recabada de a21.
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De la misma manera, Shapps también aseguró que el Reino Unido se encuentra en conversaciones con funcionarios de otros países y respaldaría a creación de un sistema internacional de pasaportes de vacunas para viajar, algo que recientemente se denominó como “Pasaporte de la Salud”.
Las declaraciones del Ministro pusieron en jaque a empresarios y trabajadores que dependen de la industria del turismo. Glyn Jones, director ejecutivo del Aeropuerto de Londres, comentó que el anuncio “era la última cosa que necesitaban” y que la temporada de verano se encuentra “en serio riesgo”.
“Perder un verano fue muy incómodo. Perder dos sería un desastre”, argumentó Jones.
Las recientes políticas adoptadas por el Reino Unido forman parte de un plan para intentar frenar las muertes por coronavirus en el territorio, las cuales ascendieron a más de 114.000 a comienzos de febrero y los posicionaron como el quinto país con más muertes en el mundo.
