El policía que murió tras el asalto al Capitolio el 6 de enero por parte de partidarios del expresidente Donald Trump falleció por dos derrames cerebrales, según el informe de la autopsia.
Brian Sicknick fue una de las cinco personas, y el único policía, que murió en conexión directa con la insurrección del 6 de enero, cuando cientos de seguidores de Trump entraron por la fuerza en la sede del Congreso.
Inicialmente, se reportó que Sicknick, de 42 años, había sido alcanzado por un extintor de incendios. Reportes posteriores relacionaron su muerte con químicos como spray para espantar osos o gas pimienta.
“Circunstancias de la muerte: naturales”, concluyó sin embargo la Oficina del Médico Forense Jefe de la ciudad de Washington.
Policía del Capitolio fue advertida del asalto del 6-E pero le ordenaron no actuar
Señaló que Sicknick había sido rociado con una sustancia química sobre las 2:20 p.m. durante la toma del Congreso. A las 10:00 p.m. se desmayó en el Capitolio y fue trasladado al hospital. Falleció casi 24 horas después haber sido internado.
Ataque con spray para osos
El informe no estableció ningún vínculo entre el aerosol y el colapso de Sicknick.
Francisco Díaz, el médico forense jefe, le dijo a The Washington Post que no había evidencia de que el policía tuviera una reacción alérgica a los químicos, ni mostró ninguna otra lesión interna o externa.
Sin embargo, Díaz dijo que lo ocurrido incidió en su deceso.
El 15 de marzo, las autoridades estadounidenses acusaron a dos hombres de rociar a Sicknick con spray para osos, un poderoso aerosol utilizado en Estados Unidos para repeler a estos grandes mamíferos.
Julian Khater, de 32 años, y George Tanios, de 39, enfrentan nueve cargos, incluido agredir a un oficial con un arma peligrosa, pero no han sido procesados por homicidio involuntario.
Otras cuatro personas murieron en el marco de la toma al Congreso: una manifestante abatida a tiros por un policía, Ashli Babbitt, y otras tres por razones médicas distintas.
El Departamento de Justicia anunció el 14 de abril que no iniciaría una acusación contra el policía que disparó contra Babbitt, de 35 años, en el entendido de que no había pruebas suficientes para justificar un proceso penal.
En los días posteriores al ataque al Congreso, dos miembros de la Policía del Capitolio se suicidaron.
Con información de la AFP.