Los restaurantes, centros comerciales y sitios arqueológicos, incluida la ciudadela inca de Machu Picchu, reabrieron este lunes con aforo reducido en Perú, tras una cuarentena de un mes para contener la segunda ola de la pandemia.
El gobierno puso fin al confinamiento que regía en 24 provincias, entre ellas Lima, aduciendo una desaceleración de los contagios de covid-19 y la compleja coyuntura económica.
“La situación está muy crítica, pero vamos a seguir, tenemos mucho entusiasmo. La gente quería trabajar”, afirmó a la AFP la presidenta de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Perú, Blanca Chávez.
También reabrieron las peluquerías y los centros comerciales, entre ellos Larcomar, en la costa limeña, muy visitado por turistas antes de la irrupción de la pandemia en el país, en marzo pasado.
Los comercios de todos los rubros, incluidas las tiendas por departamentos, reabrieron aunque con aforo reducido. También recibieron nuevamente visitantes Machu Picchu, joya del turismo peruano, y los demás sitios arqueológicos con una capacidad del 40 %.
La primera en ingresar a la ciudadela fue “una pareja de colombianos”, contó por teléfono a la AFP el jefe del parque, José Bastante, quien indicó que en las primeras cuatro horas entraron 65 visitantes, mucho menos que en épocas anteriores.
“Se siguen cumpliendo los protocolos”, indicó Bastante, en alusión a que Machu Picchu ahora puede recibir por día un máximo de 897 visitantes (antes eran 2.244), quienes deben usar mascarilla.
Tras permanecer cerrada en 2020 casi ocho meses por la pandemia, la ciudadela construida en el siglo XV reabrió el 1 de noviembre, pero tuvo que cerrar otra vez el 31 de enero en un nuevo golpe para el turismo, el sector económico más afectado por la pandemia en Perú.
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Perú con Gastronomía en agonía
Los restaurantes de este país con gastronomía de fama internacional trabajarán ahora con un aforo del 30 %. En febrero solo vendieron con entrega a domicilio y retiro en el local, actividades no sostenibles, según Chávez.
A partir de ahora regirá una cuarentena dominical en las provincias con “riesgo extremo” de contagio, entre ellas Lima, además de un toque de queda nocturno nacional.
Chávez lamentó, sin embargo, que el aforo permitido en los locales no sea del 50%.
“Los restaurantes no van a poder reactivar su economía, la voluntad del gobierno ha sido grande de dejarnos abrir, pero nos mató con un 30 %” de aforo, valoró.
La cuarentena de 2020 llevó a la quiebra a unos 70.000 restaurantes peruanos, según Chávez, entre ellos el reconocido Brujas de Cachiche, en el distrito turístico limeño de Miraflores.
Antes de la pandemia había unos 220.000 restaurantes en el país, ya que todos los barrios cuentan con locales de precios accesibles debido al gusto por la gastronomía de los peruanos de todas las clases sociales.
“La reapertura es un respiro. Abrir con un aforo de 30% es como darle un poco de oxígeno a un paciente que está en agonía”, dijo a la AFP el chef y empresario Roberto Madrid, quien cerró dos locales en 2020.
“La gastronomía peruana sigue en una agonía total”, manifestó por su parte el líder de la Asociación de Restaurantes Marinos de Perú, Javier Vargas, quien afirmó que el aforo de 30 % no permite cubrir los costos.
Con 33 millones de habitantes, Perú acumula más de 1,3 millones de contagios de covid-19 y supera los 46.000 muertos desde el inicio de la pandemia.
Ahora hay en el país casi 100.000 personas con covid-19, según balance oficial, de ellas 15.000 hospitalizadas, lo que tiene saturados los servicios de salud.
Además, Perú enfrenta una escasez de oxígeno medicinal que llevó a Lima a empezar a importarlo desde Chile.
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Fuente: AFP