El mar siempre ha formado parte de la vida de Pedro Rangel. Nació en Naiguatá y las playas de La Guaira han sido su segundo hogar. Puerto Azul y Los Cocos lo vieron correr sus primeras olas empujado por el apoyo de su padre, Modesto Rangel.
Así, con siete años de edad, llamó la atención de otro ícono del surf en Venezuela como Agustín “Chano” Cabrera. Pedro recuerda la promesa que le hizo su mentor: “El día que me ganes una prueba me retiro”. Y así fue.
Se abrió el camino para “Peter”, como también lo conocen. Su primer gran logro fue un cuarto lugar en el World Surfing Title en Puerto Rico, en 1988 con solo 14 años. Llegó al Mundial Juvenil de Japón en 1990 con un noveno puesto.
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Es el único surfista venezolano en ganar un Campeonato Profesional de Surfing en los Estados Unidos en mayo de 2003.
Formó parte de la selección de Venezuela que fue sexta en el Campeonato Mundial de Surf (ISA World Masters Surfing Championship), categoría master, en 2010 en Panamá.
Pedro Rangel acostumbrado a superar los problemas
Las dificultades no le han sido esquivas, pero él mismo cuenta que lo han fortalecido. Desde un tobillo roto en 1995 que lo apartó de las competencias por un año y medio; hasta las dificultades económicas del país, que lo han obligado a anteponer la pesca como trabajo por sobre la práctica deportiva, para poder mantener a su familia. Incluso fue capaz de superar un problema de drogas.
Precisamente su familia es su sostén y principal apoyo. Su esposa Yuly, sus hijos Ocairy, Teryul (quien heredó su vena deportiva y es futbolista), Peter y Darla (quien nació y vive en Estados Unidos), además de sus nietas Susej y Elah lo apoyan en su gran sueño: Representar a Venezuela en el surf para los Juegos Olímpicos en Tokio.
Después de cuatro años retirado del deporte y dedicado a la pesca, decidió volver a tomar la tabla. “Gané el Nacional hace un mes en Los Caracas. Allí empezó el sueño, incluso del Ministerio del Deporte me dijeron que siguiera practicando, porque contaban conmigo para lograr un cupo a Tokio 2020”, dice contento.
Y aun cuando este deporte pareciera ser para los más jóvenes. Pedro sabe de sus fortalezas. “Talento y saber competir, lo primero no sirve sin lo segundo”, esgrime.
Su rutina actual consiste en surfear tres veces al día combinado con trote, flexiones y abdominales.
El surf es uno de los cinco deportes adicionales propuestos por el Comité Organizador de Tokio 2020 para incluir más eventos juveniles y culturales en el programa Olímpico. Esta será la primera vez que el surf es parte del programa oficial.
El preolímpico de surf, que debió realizarse en mayo de 2020, que se suspendió por la pandemia del coronavirus, fue reprogramado para disputarse entre el 29 de mayo y el 6 de junio de 2021 en las playas salvadoreñas de La Bocana y El Sunzal, en La Libertad.
Habrá 12 cupos en disputa para Tokio 2020. El resto han surgido del Campeonato 2019 del World Surf League (WSL CT), el ISA World Surfing Games 2019 y los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Un total de 20 hombres y 20 mujeres competirán en Tokio. Solo dos atletas por país pueden clasificarse por género. Pedro Rangel quiere poner su nombre allí.
