El inversionista estadounidense John Paulson radicó este lunes una demanda contra su exsocio Fahad Ghaffar en el Tribunal Federal. Lo acusa de haber conspirado por años para realizar “actos de criminalidad y engaños”, además de “negocios clandestinos” para enriquecerse a sí mismo.
En el documento, Paulson y su firma exigen $189.6 millones en daños a Ghaffar -quien trabajó para la empresa por casi una década- y se incluye a familiares y allegados de este.
“Aunque Fahad se promocionaba a sí mismo como un miembro leal del equipo Paulson, nada podría estar más lejos de la verdad. Durante años él y sus cómplices desviaron valor de las entidades Paulson traicionando la confianza de Paulson y mordiendo la mano que los había alimentado”, lee parte de la demanda.
El recurso legal de 74 páginas detalla 21 causas de acción contra Ghaffar por supuestas estafas y organigramas fraudulentos para desviar dinero de las empresas de Paulson para su propio beneficio y el de amigos y familiares del inversionista de origen paquistaní.
La demanda incluye a la esposa de Ghaffar, Glendaliz Acevedo; su suegro, Glen Acevedo; sus hermanos Amir Ghaffar, Saira Ghaffar y Farah Vayani; y su asistente personal, Nerissa Aponte, así como múltiples entidades corporativas asociadas al demandado y sus parientes. Todos operaban, según la demanda, como una “empresa criminal” bajo la Ley federal de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión Criminal (RICO Act, en inglés).
Los demandados habrían formado empresas fantasmas e inflado los costos de servicios que les brindaba la empresa de Paulson. Uno de las denuncias que se hace en la demanda es que para el 2017, luego del huracán María, Ghaffar formó una empresa fantasma llamada Caribe Builders junto a uno de sus abogados para brindar servicios de construcción de techos al hotel St. Regis de la empresa Paulson a pesar de que no tenían experiencia en este tipo de trabajo. La empresa facturó $4.6 millones por el trabajo a pesar de que no tenían empleados y según la investigación interna de Paulson estos subcontrataron otra compañía y embolsaron la diferencia.
“La avaricia de Fahad corrompió las decisiones comerciales que se suponía debía tomar en beneficio de Paulson, traicionando la confianza que Paulson había depositado en él con sorprendente facilidad. También aprovechó su autoridad para ocultar sus planes a Paulson y asegurarse de que sus propios subordinados nunca cuestionaran sus decisiones. Fahad y sus cómplices operaron bajo el radar de Paulson durante años hasta que fueron descubiertos cuando Fahad se fue de vacaciones durante dos meses en su yate, recientemente adquirido, en el Mediterráneo”, dice el documento.
Además de las supuestas violaciones a la ley federal RICO, las alegaciones de Paulson, podrían representar violaciones a la Ley de Corporaciones de Puerto Rico y el Código Civil de Puerto Rico.
Ante este escenario, a tenor con la demanda, Ghaffar representa un “riesgo de fuga”, ya que supuestamente ha planificado huir de Puerto Rico y ubicarse en otra jurisdicción fuera de Estados Unidos.
Concretamente, según el recurso, “Fahad ha estado solicitando a las autoridades pertinentes en Antigua la ciudadanía para poder moverse libremente hacia y desde Antigua”.