El Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) publicó un informe que destaca los avances en la participación laboral de las mujeres en Puerto Rico.
El informe, titulado “Participación de la Mujer en la Fuerza Laboral”, muestra que la tasa en Puerto Rico aumentó a 36.6% en 2022, un aumento de 1.2 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
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Sin embargo, la tasa de participación laboral sigue siendo menor que la de los hombres, que se ubicó en 51.4% en 2022. Esto significa que hay una diferencia de 14.8 puntos porcentuales entre las tasas de participación laboral de hombres y mujeres.
“Las mujeres representan aproximadamente el 53% de nuestra población y se han logrado grandes avances a través de las décadas y en los últimos años, pero todavía hay mucho camino por recorrer para asegurar la igualdad de género en el trabajo”, dijo el secretario del DTRH, Gabriel Maldonado-González.
El informe también muestra que el número de empleadas en Puerto Rico aumentó a 506,000 en 2022, un aumento de 37,000 laborando en comparación con el 2010.
En términos generales, los datos más recientes de las féminas en el mercado de empleo muestran una variación en la composición por grupo de edad, un aumento en su nivel de escolaridad, así como su participación en diversos sectores industriales y grupos ocupacionales, entre otros.
Rango etario de las mujeres empleadas
El 73.1% de las mujeres empleadas en Puerto Rico tenían entre 25 y 54 años en el 2022. El cambio más notable es el incremento en la proporción de la población femenina de 55 años y más. Actualmente, este segmento poblacional representa el 16.8% del total de empleadas. Todos los grupos de edad han ido en aumento en años recientes.
El nivel educativo de las féminas participantes en el mercado laboral ha aumentado significativamente respecto a generaciones anteriores. Los datos del 2022 muestran que 72.1% tenían un año o más de estudios postsecundarios y las que poseían un grado de bachillerato o más representaron el 49.2%. Esto marca una diferencia con los datos de 1980 cuando la mediana de escolaridad era de duodécimo grado.
