viernes, noviembre 22, 2024
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Padres del autor de tiroteo en escuela de Michigan sentenciados a 10 años de prisión por no detener un “tren descontrolado”

Sentencia histórica en Estados Unidos marca un precedente en responsabilidad parental en casos de violencia escolar.

El caso de los padres de Ethan Crumbley, autor del trágico tiroteo en la escuela secundaria de Oxford en 2021 que dejó cuatro estudiantes muertos, ha llegado a un punto crucial con la sentencia de ambos a al menos 10 años de prisión. Este fallo marca un hito en la responsabilidad parental en Estados Unidos, con un enfoque sin precedentes en las acciones (o la falta de ellas) que podrían haber evitado esta tragedia.

Los Crumbley no estaban al tanto de que su hijo, Ethan, llevaba un arma de fuego en su mochila cuando lo dejaron en la escuela. Sin embargo, los fiscales lograron convencer al jurado de que los padres aún jugaron un papel desastroso en la violencia debido a su negligencia al no asegurar el arma en casa y al no tomar en serio las señales del deterioro mental de su hijo.

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El juez Cheryl Matthews lamentó las oportunidades perdidas que podrían haber evitado que Ethan poseyera un arma y llevara a cabo el ataque. La sentencia no se trata simplemente de una condena por malos hábitos parentales, sino que confirma una serie de acciones o la falta de ellas que podrían haber detenido lo que el juez describió como “un tren descontrolado”.

La audiencia estuvo cargada de emociones en una sala de tribunal llena y tensa. Los padres de las víctimas expresaron su dolor y frustración, señalando el fracaso de los Crumbley como padres. La madre de una de las víctimas dijo: “Mientras ustedes compraban un arma para su hijo y la dejaban desbloqueada, yo la estaba ayudando a terminar sus ensayos universitarios”.

La fiscal Karen McDonald pidió al juez que se alejara de las pautas de sentencia habituales y ordenara al menos 10 años de prisión. Mientras tanto, los abogados de la defensa buscaron evitar la prisión para los Crumbley, argumentando que ya habían pasado casi 2 años y medio en la cárcel sin poder pagar una fianza de $500,000 después de su arresto.

La sentencia también marca un momento de reflexión sobre el sistema de alerta y prevención en casos de violencia escolar. Se destacó que la escuela y los padres tuvieron oportunidades para intervenir antes del trágico día, desde los dibujos perturbadores del adolescente hasta las señales de su deterioro mental evidenciadas en su diario.

La jueza Matthews enfatizó que los Crumbley ignoraron “cosas que harían que una persona razonable sintiera que se le eriza el vello del cuello”, señalando que la oportunidad de actuar se presentó repetidamente y fue ignorada.

La sentencia de los Crumbley es un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de la negligencia y la falta de intervención temprana en casos de problemas de salud mental y acceso a armas. Este caso servirá como un precedente importante en el debate sobre la responsabilidad parental y la prevención de la violencia en las escuelas en el futuro.

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