En 2010, el régimen venezolano expropió dos plantas de la empresa estadounidense de vidrio OI Glass Inc, pero tras una demanda en Singapur, el Estado está en la obligación de pagar 500 millones de dólares.
Ante esa situación, OI Glass intenta cobrar parte de esa deuda con petróleo, lo que disminuiría la flota de Petróleo de Venezuela (Pdvsa), que por sanciones de Estados Unidos, le impide contratar barcos externos con el fin de movilizar el crudo.
De acuerdo a la demanda, vista por la agencia de noticias Reuters, existe una amenaza respecto a los activos de Pdvsa en el mundo, ante deudas impagas a acreedores que han aumentado a medida que la economía venezolana se desploma.
La ausencia de barcos petroleros ha generado un colapso en la industria petrolera venezolana, que situó las exportaciones de crudo a menos de 400 000 barriles diarios, muy por debajo de los 1,5 millones de barriles diarios que Venezuela bombeada antes de las sanciones del gobierno de Trump.
Mientras existan dichas sanciones, las pocas opciones para Pdvsa es utilizar su propia flota de petroleros con el fin de exportar su crudo, aunque todo se complica tras la pérdida de la embarcación Maximo Gorki, cuyo nombre era Ayacucho.
En la reseña de Reuters, en la citación de Singapura, fechada el 4 de junio, OI Glass aseguró que tenía el derechos sobre acciones en Ayacucho Shipping Pte Ltd, una asociación entre la filial marítima de PDVSA, PDV Marina, y la china PetroChina. Ese barco era uno de los cuatro que las dos empresas poseían mediante la empresa de Singapur, CV Shipping.
Con información de Reuters
