La defensora de derechos humanos Tamara Sujú expuso durante la presentación del informe del Instituto Casla el martes en Madrid hechos de tortura a presos políticos, censura de medios de comunicación y casos de corrupción en Venezuela.

En compañía del expresidente del Gobierno español, Felipe González, Sujú ofreció en Madrid (capital de España) un documento que contempla un nuevo balance de la violencia ejercida por la dictadura chavista para acallar a quienes piensan distinto al régimen.

Sujú compartió un manual de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en el que se indican modos de operación que utilizan funcionarios de ese organismo contra los detenidos.

Manifestó que se trata de un descubrimiento impresionante, pues nadie esperaría que existieran esas medidas por escrito. Sin embargo, señaló que evidentemente lo tendrían porque el oficialismo se siente protegido e intocable.

“Entre los casos encontramos a víctimas que fueron atadas de pies y mano a arbustos y objetos fijos por horas o días, recibiendo tortura física y psicológica”, dijo Suju.

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Y agregó: “La simulación de ejecución o sometimiento a la ruleta rusa, poniendo las armas en la cabeza o en la boca, así como víctimas que fueron amenazadas de que les cortaran los dedos de las manos o las piernas con sierra, la cual tenían prendida y se la colocaban cerca del oído, incluso víctimas que eran orinadas y golpeadas por los funcionarios, así como las distintas formas de violencia sexual”.

Por su parte, el exmandatario español, Felipe González, sostuvo: “A lo único que no puedo renunciar es a la coherencia, por tanto, ninguna operación de blanqueo para la ‘Robolución de Maduro’. Maduro no dejará de ser un responsable de los crímenes de lesa humanidad”.