viernes, septiembre 20, 2024
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Miami Heat y una temporada como ninguna otra

Aún cuando no pudieron completar el objetivo final, cayendo en las Finales ante Los Angeles Lakers por 4-2, está claro que la temporada 2019-2020 no será una más para los integrantes del Miami Heat. Si bien ha sido una campaña especial para todos, debido al contexto en la que se terminó llevando a cabo, en el caso de Miami eso se ha potenciado por diferentes motivos. Algunos vinculados a lo deportivo, pero muchos otros a lo humano.

Así lo dejaron en claro los propios miembros del Heat, una vez finalizadas las Finales, con un mensaje compartido por todos: lo especial de este grupo y cómo esta experiencia los marcará por el resto de sus vidas. Y es que más allá de todos sus enormes méritos basquetbolísticos, probablemente haya sido gracias a esa unión y a esa visión unificada, que Miami logró superar las expectativas de todos los ajenos al equipo.

“Sin importar lo que pase en el futuro, vamos a recordar este año, esta temporada, esta experiencia y la hermandad de ese vestuario por el resto de nuestras vidas”, comentó Erik Spoelstra. “Trabajas de esto para poder estar cerca de gente así. Podría seguir, pero los muchachos compitieron y jugaron esta serie. Teníamos a varios de ellos que no estaban al 100%. Probablemente no deberían haber jugado, pero así es este grupo. Querían hacerlo por su compañero”.

“Estos recuerdos que tendremos trascienden incluso al juego. Aún con lo decepcionante que fue la derrota, esos momentos y recuerdos del proceso, junto a toda esta experiencia, será algo que nos llevaremos por el resto de nuestras carreras y el resto de nuestras vidas”, continuó el DT, señala el resumen de NBA.com.

“No quisiera estar en el vestuario con nadie más que ellos. Cuando llegamos al campus, todos se estaban quejando que no querían estar aquí, pero mis compañeros se mantuvieron bien. Estábamos bien y queríamos estar aquí. Queríamos competir”, cuenta Bam Adebayo. “No se sintió como una temporada larga porque nos divertimos. Estabas con tus hermanos cada día, te despertabas y tenías la ocasión de competir por un título. Nadie quería este resultado, pero lo importante es que durante el año luchamos, nos divertimos y simplemente nos quedamos cortos”.

“Esta ha sido una temporada tremenda para nosotros y para mi”, comentó Goran Dragic, quien a pesar del desgarro en el pie izquierdo sufrido en el Game 1, volvió contra todo pronóstico este domingo, disputando 20 minutos. “Nos unimos. Pasamos tiempos buenos, tiempos malos, pero siempre nos mantuvimos juntos. Eso es algo realmente difícil de encontrar, amo este equipo. Amo a todos mis compañeros. Nadie es egoísta, todos quieren hacer lo correcto. Todos los momentos en el campo y fuera de él, especialmente aquí en la burbuja, poder pasarlos juntos por tres meses, fue algo que voy a apreciar por el resto de mi vida”.

Ese regreso de Dragic en el sexto partido, aún cuando claramente estaba muy lejos de su mejor forma física, es uno de los tantos ejemplos que nos ha dejado esta postemporada sobre la clase de grupo que logró formar el Heat. Uno en el cual incluso un dolor extremo como el que sentía el base, podía ser dejado en un segundo plano ante el deseo de apoyar a sus compañeros dentro del campo.

Lo curioso es que a diferencia de otros grandes equipos que han hecho de la unión del grupo un verdadero culto, este Miami lleva muy poco tiempo jugando junto. Goran Dragic, Kelly Olynyk y Bam Adebayo ya han compartido tres temporadas, pero luego nos encontramos con Jimmy Butler y Meyers Leonard sumándose en la pretemporada, un Duncan Robinson que apenas vio minutos en la 2018-2019, novatos como Kendrick Nunn y Tyler Herro, además de otras piezas que se sumaron a mediados de la Fase Regular como Andre Iguodala, Solomon Hill y Jae Crowder.

Así lo dejaron en claro los propios miembros del Heat, una vez finalizadas las Finales, con un mensaje compartido por todos: lo especial de este grupo y cómo esta experiencia los marcará por el resto de sus vidas. Y es que más allá de todos sus enormes méritos basquetbolísticos, probablemente haya sido gracias a esa unión y a esa visión unificada, que Miami logró superar las expectativas de todos los ajenos al equipo.

“Sin importar lo que pase en el futuro, vamos a recordar este año, esta temporada, esta experiencia y la hermandad de ese vestuario por el resto de nuestras vidas”, comentó Erik Spoelstra. “Trabajas de esto para poder estar cerca de gente así. Podría seguir, pero los muchachos compitieron y jugaron esta serie. Teníamos a varios de ellos que no estaban al 100%. Probablemente no deberían haber jugado, pero así es este grupo. Querían hacerlo por su compañero”.

“Estos recuerdos que tendremos trascienden incluso al juego. Aún con lo decepcionante que fue la derrota, esos momentos y recuerdos del proceso, junto a toda esta experiencia, será algo que nos llevaremos por el resto de nuestras carreras y el resto de nuestras vidas”, continuó el DT, señala el resumen de NBA.com.

“No quisiera estar en el vestuario con nadie más que ellos. Cuando llegamos al campus, todos se estaban quejando que no querían estar aquí, pero mis compañeros se mantuvieron bien. Estábamos bien y queríamos estar aquí. Queríamos competir”, cuenta Bam Adebayo. “No se sintió como una temporada larga porque nos divertimos. Estabas con tus hermanos cada día, te despertabas y tenías la ocasión de competir por un título. Nadie quería este resultado, pero lo importante es que durante el año luchamos, nos divertimos y simplemente nos quedamos cortos”.

“Esta ha sido una temporada tremenda para nosotros y para mi”, comentó Goran Dragic, quien a pesar del desgarro en el pie izquierdo sufrido en el Game 1, volvió contra todo pronóstico este domingo, disputando 20 minutos. “Nos unimos. Pasamos tiempos buenos, tiempos malos, pero siempre nos mantuvimos juntos. Eso es algo realmente difícil de encontrar, amo este equipo. Amo a todos mis compañeros. Nadie es egoísta, todos quieren hacer lo correcto. Todos los momentos en el campo y fuera de él, especialmente aquí en la burbuja, poder pasarlos juntos por tres meses, fue algo que voy a apreciar por el resto de mi vida”.

Ese regreso de Dragic en el sexto partido, aún cuando claramente estaba muy lejos de su mejor forma física, es uno de los tantos ejemplos que nos ha dejado esta postemporada sobre la clase de grupo que logró formar el Heat. Uno en el cual incluso un dolor extremo como el que sentía el base, podía ser dejado en un segundo plano ante el deseo de apoyar a sus compañeros dentro del campo.

Lo curioso es que a diferencia de otros grandes equipos que han hecho de la unión del grupo un verdadero culto, este Miami lleva muy poco tiempo jugando junto. Goran Dragic, Kelly Olynyk y Bam Adebayo ya han compartido tres temporadas, pero luego nos encontramos con Jimmy Butler y Meyers Leonard sumándose en la pretemporada, un Duncan Robinson que apenas vio minutos en la 2018-2019, novatos como Kendrick Nunn y Tyler Herro, además de otras piezas que se sumaron a mediados de la Fase Regular como Andre Iguodala, Solomon Hill y Jae Crowder.

Jesús Enrique Leal
Jesús Enrique Leal
Periodista egresado de la Universidad Cecilio Acosta. Analista de deportes.

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