Entrados en la noche del sábado, los Miami Heat parecía que no conocían la manera de perder. Una única derrota, ante Milwaukee Bucks, en un total de diez partidos disputados en todos los Playoffs era el inmejorable balance con el que los de Erik Spoelstra afrontaban un Game 3 contra Boston Celtics que podía poner el 3-0 en la serie.

Sin grietas, sin errores y a un nivel de concentración altísimo Miami estaba en disposición de dar una estocada definitiva a sus rivales y poner la directa hacia las Finales. Sin embargo, el baloncesto de Playoffs siempre guarda sorpresas y los verdes tenían un as bajo la manga.

No fue el mejor partido de los Heat, de hecho, fue el peor desde el triple de toda su historia (mínimo de 30 intentos) con un 12 de 44 desde la larga distancia, finalizando con un 27% de acierto. Más teniendo en cuenta que se fueron por encima del 44 y 32% en sus dos primeros compromisos. Esto, unido a un bajón defensivo considerable que les llevó a encajar 63 puntos en la primera mitad fue lo que potenció la primera derrota en la eliminatoria, cayendo por 117 a 106.

“Estos son los Playoffs. Así que te ocupas de lo que tengas delante”, dijo resignado Erik Spoelstra. “Boston salió con todo, con gran fuerza en el partido y hay que darles crédito por eso. Se mantuvieron durante la mayor parte del duelo. Estuvimos pisándoles los talones la mayor parte del partido, llevándonos al final del reloj de posesión, pero no pudimos contener la pelota en toda la noche, y hay que reconocerles el mérito”, comentó según un reporte de Sergio Rabinal de NBA.com.

Miami, por primera vez en 70 partidos según ESPN, no estuvo por delante en el marcador en ningún momento del encuentro. Un dato que revela la superioridad de los Celtics en el choque y cómo sacaron de su zona de confort a los Heat que dejaron a Jae Crowder y Goran Dragic en el 20% de acierto en tiros de campo.

A pesar de todo, los de Spoelstra tuvieron opciones de luchar por la victoria gracias a una combinación de factores, con un descenso competitivo de los Celtics y el paso adelante de Duncan Robinson con 3 de 6 desde el triple para un total de 10 puntos que ayudaron a los Heat a optar a ganar.

“Tenemos que empezar el partido como empezamos el último cuarto”, señaló Bam Adebayo que acabó con 27 puntos y 16 rebotes. “Siento que no somos el tipo de equipo que podemos seguir los movimientos y tratar de resolver todo en la primera mitad, y luego en el tercero o cuarto, simplemente regresar. No es así. No somos ese tipo de equipo. Tenemos que jugar con los detalles”, contó.

Algo que compartió un Jimmy Butler que no tuvo su mejor noche con 17 puntos y un 44% de acierto en tiros de campo. “No jugamos lo suficientemente duro. Creo que no hicimos nada de lo que dijimos que íbamos a hacer”, expuso. “Sabíamos cómo nos iban a atacar. No nos estábamos ayudando el uno al otro. Muchas veces no estábamos haciendo un pase extra. Tenemos que jugar al baloncesto de la forma en que hemos estado jugando los partidos que hemos ganado. Entendemos eso”, remarcó.

Más allá de la derrota, los Heat siguen al frente, ahora con menos margen de maniobra pues una victoria de los verdes empataría la serie y desharía el camino andado en los primeros dos partidos. Tanto Adebayo como Butler tienen claro cuál es la receta para poner el 3-1 y poder seguir optando a las Finales sin complicarse en exceso.

“Tenemos coraje”, dijo el pívot. “No paramos de jugar hasta que suena la bocina y esa es nuestra forma de pensar, pero no podemos seguir entrando en el último cuarto con estos déficits y esperando remontar. Tenemos que jugar mucho más duro en la primera mitad”.

“Creo que estamos jugando bien. Creo que podemos jugar mejor”, comentó Butler. “Ahora realmente vemos de qué estamos hechos. Ganaron un partido. Puedes decir que tienen el impulso. Ahora depende de nosotros entrar y ganar el próximo. Definitivamente somos capaces de hacerlo. Tenemos mucho que arreglar y tenemos que volver a jugar al baloncesto como sabemos”, finalizó.

Ahora, con cuatro días de descanso por delante, Miami Heat tiene la oportunidad de recargar pilas y centrarse en tratar de encauzar la serie en el cuarto encuentro de la eliminatoria.