El Departamento de la Familia (DF) y la Administración de la Familia y Niños (ADFAN) han respaldado una medida para crear la Administración de Servicios para Personas Adultos Mayores y con Impedimentos como una entidad adscrita a Familia, en una vista pública de la Comisión de Bienestar Social y Asuntos de la Vejez del Senado de Puerto Rico.
La secretaria designada de la agencia, Ciení Rodríguez Troche, ha coincidido con la exposición de motivos de la medida al establecer que es necesario que exista un componente programático dedicado únicamente a los adultos mayores y con impedimentos.
Lee también: Correa es la inspiración de los Mellizos con su inteligencia
La presidenta de la comisión y autora de la medida, Rosamar Trujillo Plumey, ha propuesto tener una entidad con la capacidad de gestar acciones que permitan darle más especificidad a la labor, no solo de prestación de servicios, sino de asesoramiento al gobierno.
Adultos Mayores y Adultos con Impedimentos con entidad adscrita a Familia
La medida busca enmendar el Plan de Reorganización del Departamento de la Familia, a los fines de crear la Administración de Servicios para Personas Mayores y con Impedimentos como una entidad adscrita a Familia.
Además, eliminarle a la ADFAN toda responsabilidad respecto a programas para cuidado de ancianos. El Programa de Servicios a Mayores de la agencia ofrece servicios de protección social y servicios sostenidos a mayores y con impedimentos que se encuentran vulnerables por carecer de recursos de apoyo familiar o de la comunidad.
La ADFAN cuenta con $274 millones, de los cuales $90 millones son destinados para los servicios de los mayores. Actualmente, subvencionan 6.175 mayores versus 2.300 menores, lo que representa que los envejecientes son la mayor cantidad bajo la agencia, según la administradora, Glenda Gerena.
El último censo del año 2020 indica que el 28.5 por ciento de la población de Puerto Rico son adultos mayores. De este total, el 38 por ciento de las personas de 60 años o más se encontraban bajo el nivel de pobreza. Se proyecta que para el 2030, la población de 60 años o más represente un 35 por ciento, y continuará en ascenso.