Nicolás Maduro aseguró que es “imposible” posponer las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre, en respuesta a las recomendaciones planteadas por representantes de la Unión Europea de cara a los polémicos comicios.
“La Unión Europea sugirió la posibilidad de postergar la fecha de las elecciones en Venezuela, pero es imposible porque es un mandato constitucional. La Constitución en su letra dice que el 5 de enero del año 2021 se tiene que instalar la nueva Asamblea Nacional”, dijo Maduro durante una videoconferencia con candidatos oficialistas.
Las votaciones para renovar al Parlamento, único poder en manos de la oposición, con son consideradas legítimas por una treintena de partidos que concentran la mayoría opositora. Sin embargo, el dos veces candidato a la presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, llamó a participar.
Este jueves, miembros del Grupo Internacional de Contacto, integrado por países de Europa y América Latina, indicaron que el calendario electoral actual no permite el despliegue de una Misión de Observación Electoral, según un comunicado publicado tras una reunión ministerial por videoconferencia.
Ello, luego que el pasado 2 de septiembre Maduro invitó a la ONU y la Unión Europea a participar como observadores en las parlamentarias.
“Conducta injerencista”
La declaración del Grupo Internacional de Contacto fue recibida con “preocupación” por el régimen madurista de acuerdo a un comunicado difundido la noche del jueves por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Este cuerpo indefinido, reincide en su permanente conducta injerencista. Su más reciente declaración no es más que una compilación de insólitas intromisiones”, indicó el texto.
Derechos humanos
Los miembros del Grupo Internacional de Contacto expresaron su profunda preocupación por las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, al tiempo que respaldaron el trabajo de la misión de investigación de Naciones Unidas.
El equipo de investigadores, que no pudo trabajar sobre el terreno, afirmó en un informe divulgado el miércoles que Maduro, y varios de sus ministros estaban detrás de crímenes de lesa humanidad.
Aplazamiento de elecciones
El pasado 11 de agosto, Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, abogó por un aplazamiento de las legislativas al considerar que no existían condiciones para organizarlas ni para que la Unión Europea enviara una misión de observación electoral.
“Imposible, pidan lo que ustedes quieran, pero no nos pidan lo imposible, no nos pidan violar la Constitución, es un mandato, eso está claro”, subrayó Maduro en una alocución transmitida por la televisión gubernamental.
La oposición lo acusa de usar “el control que ejerce sobre todos los poderes públicos para acabar con la posibilidad de tener cualquier tipo de elección libre y competitiva”.
No obstante, la administración de Maduro considera que se trata de señalamientos infundados hacia el sistema electoral.
“Le planteo a la Unión Europea que lo piense bien, que mejoremos nuestras relaciones, que tengamos diálogo permanente como lo estamos teniendo, que lo piensen mejor, en Venezuela va a haber elecciones”, insistió Maduro.