Pese a los intentos de un tribunal de distrito de frenar la ejecución de Wesley Ira Purkey, la Corte Suprema, una vez más, dio luz verde para ejecutarlo y concretar el programa de muertes federales.
“Lamento profundamente el dolor y el sufrimiento que causé a la familia de Jennifer. Lo lamento profundamente”, dijo Purkey antes de recibir la inyección letal, según la AP.
El prisionero de 68 años de edad y que, según su defensa, padecía demencia, también se disculpó con su hija por hacerla sufrir a causa de sus crímenes y agregó sus últimas palabras: “Esta muerte higiénica no sirve a propósito alguno. Gracias”.
Purkey fue declarado muerto a las 8:19 a.m. en la cárcel de Terre Haute, en Indiana, donde también fue ejecutado Daniel Lewis Lee, el primer condenado federal en morir tras la reactivación de las penas federales.
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La ejecución de Purkey, prevista en principio para el miércoles, se detuvo el martes luego de que un tribunal de distrito en Washington tomara en cuenta de que el prisionero padecía demencia.
El hombre fue condenado a muerte por el secuestro y asesinato de Jennifer Long, de 16 años, a quien desmembró, quemó y arrojó a un pozo séptico; y por el homicidio a martillazos de Mary Ruth Bales, una mujer de 80 años que tenía polio.