En una intervención contundente y llena de advertencias, el representante de la Cámara de los Estados Unidos, Carlos Gimenez, se dirigió a los asistentes de la Cumbre de las Américas en Miami organizada por el Grupo Concordia. Su mensaje fue claro: la amenaza china es real y creciente, y Estados Unidos debe actuar ahora para proteger a sus vecinos en el hemisferio occidental de la influencia nefasta de China y Rusia.
Gimenez comenzó su intervención destacando la importancia de reconocer la amenaza que representa China. “La amenaza china es muy real”, declaró con énfasis. Subrayó la importancia del Comité sobre China en el Congreso, un grupo bipartidista que, aunque no siempre coincida en las soluciones, está unido en la identificación del problema.
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El representante Gimenez hizo hincapié en la necesidad de considerar a los países de América Latina y Central no como nuestro patio trasero, sino como nuestros vecinos. Enfatizó que China y Rusia están haciendo avances significativos en estas regiones, explotando recursos y estableciendo una influencia que podría desestabilizar a todo el hemisferio.
El Canal de Panamá, una arteria vital construida por los Estados Unidos, ahora cuenta con puertos controlados por China a ambos lados. En Perú, los chinos están construyendo uno de los puertos más grandes en el Pacífico de América del Sur. Además, controlan la electricidad en Lima, una posición de poder que utilizan para influir políticamente y económicamente en la región.
Gimenez destacó la dependencia crítica de China en América Latina para su alimentación y recursos naturales. “El 30% de la comida de China proviene de América Latina”, señaló. Esta dependencia subraya la importancia estratégica de la región. El 70% del litio, cobre y otros minerales esenciales para la red eléctrica de China proviene de América Latina. A pesar de promover energías limpias a nivel global, China sigue siendo el mayor contaminador del mundo, quemando carbón para generar electricidad.
El representante también alertó sobre las tácticas nefastas de China, que incluyen la compra de influenciadores y políticos en América Latina y Central. Esta estrategia expande su influencia y les permite manipular situaciones económicas y políticas a su favor, como la amenaza de aumentar las tarifas eléctricas en Lima si no obtienen los contratos deseados.
Carlos Gimenez enfatizó la necesidad urgente de que Estados Unidos preste atención a su propio hemisferio. La mirada constante hacia el este y el oeste ha permitido que las influencias totalitarias se afirmen en el sur. “Porque el nuevo orden mundial es China, Rusia, Corea del Norte e Irán”, advirtió. “No quiero vivir en un mundo dominado por ese nuevo orden mundial”.
La llamada a la acción de Gimenez es clara: Estados Unidos debe ser el guardián de la libertad y la democracia en el hemisferio occidental. Los países de América Latina están sufriendo bajo regímenes totalitarios en parte debido a la inacción de Estados Unidos. Es hora de redirigir la atención y recursos hacia nuestros vecinos, protegiendo la democracia y contrarrestando la influencia de China y Rusia.
En conclusión, el discurso de Carlos Gimenez en la Cumbre de las Américas de Concordia fue un llamado urgente a la acción. Subrayó la importancia de reconocer y enfrentar la amenaza china en nuestro hemisferio y destacó la necesidad de Estados Unidos de asumir su rol de defensor de la libertad y la democracia en América Latina. Solo a través de una atención renovada y un esfuerzo concertado podemos asegurar un futuro seguro y próspero para toda la región.