El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sorprendió al mundo al aliarse con un importante rival político, Benny Gantz, para crear un gabinete de guerra con el objetivo de supervisar la respuesta a un devastador ataque perpetrado por militantes de Hamas el pasado fin de semana.
La formación de este nuevo gabinete marca un raro grado de unidad en la política israelí, que ha estado marcada por divisiones amargas en los últimos años. A medida que las tensiones aumentan y se vuelve más probable una ofensiva terrestre en Gaza por parte del ejército israelí, la guerra ya ha cobrado al menos 2.300 vidas en ambos bandos.
El gobierno israelí se enfrenta a una intensa presión pública para derrocar a Hamas después de que sus militantes cruzaran la valla fronteriza el sábado y perpetraran brutales ataques en contra de cientos de israelíes en sus hogares, en las calles y en un festival de música al aire libre.
Desplazados en Gaza
Más de 330.000 personas han sido desplazadas en Gaza desde que Israel comenzó su bombardeo del territorio, según un comunicado de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) a primera hora de este jueves.
“El número acumulado de personas desplazadas aumentó un 30% en las últimas 24 horas, alcanzando ahora un total de 338.934, de los cuales más de dos tercios están refugiados en escuelas de la UNRWA”, añade el comunicado.
La OCHA expresó además su preocupación por los daños a la infraestructura civil en Gaza. Israel inició un bloqueo del enclave densamente poblado, cortando el suministro de electricidad, combustible y agua.
El Ministerio de Salud palestino en Gaza dijo más temprano este jueves que 600.000 personas no tienen acceso al agua y que algunos hospitales dependen del agua de pozos. Añadió que el número de muertos en Gaza se acerca a los 1.200 desde el sábado.