Ocho personas murieron en una semana en un poblado de la costa norte de Puerto Rico por causas relacionadas al fentanilo. Los fallecimientos tuvieron lugar después de reportes de una veintena de presuntas sobredosis relacionadas con medicamentos probablemente contaminados con la sustancia.
La policía informó el martes que la octava víctima fue un hombre de 26 años que murió en un hospital donde estaba siendo atendido. Las primeras víctimas fueron descubiertas el jueves en una unidad habitacional de interés social y en otras zonas de la localidad costera de Arecibo.
El Departamento de Salud de Puerto Rico ha anunciado una emergencia de salud pública.
El secretario de Salud, Carlos Mellado, informó en conferencia que el fentanilo está siendo adulterado con otras sustancias peligrosas, como xilacina, un relajante muscular de uso veterinario, y cocaína, lo que agrava el riesgo para los consumidores.
Ante el aumento de sobredosis, las autoridades han distribuido Narcan (naloxona), un medicamento que revierte los efectos de los opioides, con la esperanza de evitar más muertes. Además, se ha celebrado una reunión de emergencia con la participación de diversas agencias, incluido el municipio de Arecibo, para diseñar estrategias que puedan frenar esta alarmante situación.
Por su parte, el jefe de la policía puertorriqueña ordenó la semana pasada operativos en dos unidades habitacionales de interés social de Arecibo.
En 2023 se informó de 635 muertes relacionadas al fentanilo en Puerto Rico, una isla de 3,2 millones de habitantes, en comparación con las 590 el año previo.