Autoridades de Alemania confirmaron este jueves que al menos 58 personas las que perdieron la vida como consecuencia de las inundaciones que azotan el oeste del país.

El ministro del Interior de Renania-Palatinado, Roger Lewentz, señaló que han muerto otras nueve personas, cuyos cuerpos fueron recuperados por los bomberos, informó en la cadena de televisión SWR. A esto se suma que otras 100 personas siguen desaparecidas.

El gobierno de Alemania envió 850 soldados para ayudar en las operaciones de emergencia en medio de la que los medios ya consideran catástrofe meteorológica. Cerca de 4.500 personas fueron evacuadas de las aldeas de Schweinheim, Flamersheim y Palmersheim en Renania del Norte-Westfalia.

Mientras que la canciller de Alemania, Angela Merkel, que se encuentra en un viaje oficial en Washington, envió su pésame a su llegada a la Casa Blanca.

Ocho muertos en Bélgica

Por otra parte, al menos ocho personas murieron a causa de las inundaciones provocadas por las lluvias en el este de Bélgica, que provocaron además la evacuación de campamentos de verano y de varios municipios, con la declaración del ‘código rojo’ en las provincias de Lieja, Luxemburgo y Namur.

En concreto, cinco personas fallecieron en la localidad de Verviers, en la provincia de Lieja, donde además siguen desaparecidas tres personas que se cayeron de un bote salvavidas y una adolescente de 15 años arrastrada por la corriente.

Asimismo, se estableció un toque de queda en la ciudad, mientras que varias tiendas fueron saqueadas.

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El rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima se fueron hasta Valkenburg, una de las ciudades más afectadas por las tormentas, para evaluar los daños provocados por las fuertes lluvias e inundaciones.

Las autoridades belgas señalaron que en el municipio de Limburgo, en Lieja, fueron evacuadas por el momento más de 3.000 personas y advirtieron que algunas calles siguen siendo “intransitables” e “inaccesibles”.

Además, la alcaldesa, Christine Defraigne, pidió a los residentes de Lieja que viven cerca del río Mosa que abandonen sus hogares o se trasladen a pisos más altos, incluido el tejado de sus viviendas, según informaciones del diario Het Nieuwsblad.