No es muy frecuente que un piloto gane un Gran Premio con solo tres neumáticos completamente inflados, pero Lewis Hamilton lo logró en el GP Británico, el campeón mundial admitió que “mi corazón casi se detuvo” cuando su neumático delantero izquierdo se soltó en la última vuelta.

Hamilton se estaba acercando a la victoria en Silverstone, después de haber liderado la carrera desde la pole position, cuando su compañero de equipo Valtteri Bottas sufrió una deflación de neumáticos con tres vueltas para el final. Hamilton retrocedió como precaución, y su equipo le dijo que no fuera a la vuelta más rápida, pero sufrió su propio problema de neumáticos con media vuelta para ir a la bandera.

“Comencé a retroceder y bajar por la recta que se desinfló y me di cuenta de que la forma cambiaba un poco”, dijo Hamilton. “Definitivamente fue un sentimiento de corazón en la boca porque no estaba muy seguro de que hubiera bajado hasta que pise los frenos”. Y luego se podía ver que el neumático se caía del ring.

“Solo lo conducía, tratando de mantener la velocidad. A veces despegará y romperá el ala. Solo estaba rezando para que se volviera y no fuera demasiado lento. Casi no llegué a las últimas dos esquinas. Pero gracias a Dios lo hizo. Realmente se lo debo al equipo, en última instancia, tal vez deberíamos habernos detenido hacia el final una vez que vimos las delaminaciones”.

Cuando el neumático se soltó, Hamilton dijo que, sorprendentemente, estaba “realmente helado” sobre la situación en la que se encontraba, mientras luchaba por llegar a la línea de meta con Max Verstappen con neumáticos nuevos cazándolo.

Fue la tercera victoria consecutiva de Hamilton en 2020, después de cuatro carreras. Ominosamente, cada vez que ganó tres de las primeras cuatro carreras, ganó el título (en 2014 y 2015). Con el principal rival Bottas fallando en anotar, su ventaja ahora es de 30 puntos.