El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, inició el lunes su mandato de cuatro años abriendo el país al libre comercio mundial.
El nuevo presidente ecuatoriano restableció derechos a cerca de 1,7 millones de personas que por deudas morosas de hasta 1.000 dólares con el sistema financiero figuraban en una lista que les impedía acceder a nuevos créditos y realizar actividades mercantiles.
Eso les permitirá “la reincorporación a la vida productiva” y “este es un acto de estricta justicia, es un acto que también busca la reactivación económica del país”, señaló, sin que se trate de un perdón de deudas.
Asimismo, dictó normas de comportamiento ético para su gobierno. Previamente, en su investidura en la Asamblea Nacional, Lasso dijo que “hoy el Ecuador declara que abre sus puertas al comercio mundial” y que buscará ingresar al país como socio en la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú) “en el menor tiempo posible”.
“Abriremos Ecuador a tratados de libre comercio con nuestros más grandes aliados”, afirmó el gobernante de la nación con una economía dolarizada, dependiente del petróleo y con 17,5 millones de habitantes.
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Un país en problemas dijo Lasso
Líder del movimiento Creando Oportunidades (CREO), Lasso hereda un país en crisis económica, social y sanitaria: Ecuador es la séptima nación de Latinoamérica con más casos de covid-19 (418.851) y muertos (20.193), según un conteo de la AFP basado en cifras oficiales.
“Hoy recibimos un país con históricos niveles de desempleo, un país que ha deslumbrado por su incapacidad para hacer frente a una pandemia brutal”, dijo el presidente, posesionado en un acto al que asistieron los mandatarios de Brasil, Jair Bolsonaro; República Dominicana, Luis Abinader; y Haití, Jovenel Moise, así como del rey de España, Felipe VI.
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El desempleo en Ecuador creció a 5,5% en marzo, mientras que la pobreza por ingresos aumentó a 32% en diciembre último, de acuerdo con gobierno de Moreno.
Con una aceptación del 60,5%, Lasso llegó al poder en su tercer intento desde 2013, tras derrotar en el balotaje del 11 de abril al delfín del correísmo, Andrés Arauz, por 4,72 puntos.
Sobre el impacto de la pandemia, el presidente -miembro del Opus Dei y que se apoya en un bastón para caminar debido a una mala práctica médica- advirtió que tiene por delante “meses difíciles”.
“Vacunaremos sin descanso porque el virus no descansa”, sostuvo, al insistir en su plan de inocular contra el covid-19 a nueve millones de personas en los primeros 100 días.
Moreno dejó cerca de 1,9 millones de dosis administradas. A penas medio millón de ciudadanos tiene la pauta completa.
Lasso ha anticipado alianzas público-privadas y concesiones para obtener recursos para la economía ecuatoriana, que en 2020 decreció en 7,8% y carga una deuda externa e interna equivalente a 63% del PIB (61.300 millones de dólares).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) es el principal prestamista de Ecuador a cambio de reformas estructurales como subidas de impuestos y planes de privatización, medidas rechazadas por sectores sociales.