La Fiscalía de Colombia pedirá a un juez que cierre la investigación penal contra el expresidente y excongresista Álvaro Uribe por una supuesta manipulación de testigos contra un senador de oposición, en un giro del caso más popular y politizado de las últimas décadas en el país suramericano.

El fiscal, Gabriel Jaimes, manifestó que “varias de las conductas por las cuales se vinculó jurídicamente al excongresista no tienen la característica de delito”, concluyó en un comunicado.

De acuerdo con su sentencia, si bien dentro del proceso se encontraron supuestas violaciones a la ley no “se le pueden atribuir” a Uribe “como autor o partícipe”.

El fiscal anunció que solicitará ser escuchado en una próxima audiencia para presentar su pedido de preclusión a favor de Uribe, quien es la figura más influyente y controvertida de este siglo en Colombia.

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En el procedimiento el juez podrá aceptar la solicitud de la Fiscalía o inclusive llamar a juicio al exgobernante, después de lo cual las partes podrán apelar ante instancias superiores.

Lejos de concluir, este caso entra en un nuevo forcejeo tras varios años de avances y contramarchas y en un contexto políticamente sensible de cara a las presidenciales del año próximo.

“Gracias a Dios por este paso positivo. Gracias a tantas personas por sus oraciones y solidaridad”, reaccionó Uribe en Twitter.

De su lado el senador Iván Cepeda, reconocido como víctima en el litigio, cargó contra el fiscal Jaimes y anunció una denuncia penal por supuestamente favorecer a su adversario.