El mundo de las letras está de luto. El autor peruano Mario Vargas Llosa, uno de los máximos referentes de la literatura hispanoamericana del siglo XX y XXI, falleció este domingo en Lima a los 89 años, según informó su hijo Álvaro Vargas Llosa a través de un comunicado en redes sociales.
“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, escribió en su cuenta oficial de X (antes Twitter). No se han revelado aún las causas del fallecimiento.
Un legado literario monumental
Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa fue una figura clave del llamado “Boom Latinoamericano”, movimiento que transformó la narrativa en español en la segunda mitad del siglo XX. Su carrera literaria comenzó con el libro de cuentos Los jefes (1959), pero fue su primera novela, La ciudad y los perros (1963), la que lo catapultó a la fama. Basada en su experiencia en el Colegio Militar Leoncio Prado, la obra causó controversia en el Perú: el Ejército calificó el libro de falso y llegó a incinerar un millar de ejemplares.
A esta le seguirían obras fundamentales como Conversación en La Catedral, La casa verde, La guerra del fin del mundo y La tía Julia y el escribidor, entre otras, donde exploró temas de poder, violencia, libertad y memoria.
Del compromiso político a la polémica
Nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, Perú, Jorge Mario Pedro Vargas Llosa tuvo una infancia marcada por la ausencia de su padre, a quien conoció recién a los 10 años. Estudió literatura y derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego obtuvo una beca para doctorarse en Madrid.
A lo largo de su vida, Vargas Llosa mantuvo una relación intensa con la política. Inició su juventud como simpatizante de la izquierda y defensor de la Revolución Cubana, pero con el tiempo se volvió uno de los más firmes críticos de los regímenes autoritarios en América Latina, especialmente aquellos de tinte socialista. En 1990, se postuló a la presidencia del Perú, pero fue derrotado por Alberto Fujimori.
Esa transformación ideológica —del marxismo juvenil al liberalismo económico— marcó tanto su vida pública como su producción ensayística, generando admiración y rechazo por igual.
Su vida no estuvo exenta de controversias. En 1976 protagonizó un sonado altercado en Ciudad de México con su entonces amigo Gabriel García Márquez, a quien golpeó en público. Las causas del conflicto nunca fueron reveladas por ninguno de los dos, y el distanciamiento entre los premios Nobel se mantuvo hasta el final.
En su vida personal, Vargas Llosa se casó dos veces. Primero con Julia Urquidi, experiencia que inspiró La tía Julia y el escribidor, y luego con su prima Patricia Llosa, madre de sus tres hijos. En años recientes, mantuvo una relación sentimental con la socialité Isabel Preysler.