En una carta de alto calibre político, el excanciller Álvaro Leyva lanzó fuertes acusaciones contra el presidente Gustavo Petro, incluyendo un señalamiento directo sobre un supuesto problema de drogadicción que, según él, el mandatario no ha logrado superar. El documento, de cuatro páginas, también denuncia una preocupante descomposición interna en el alto gobierno y expone tensiones con figuras clave del círculo presidencial.
Leyva, quien ocupó el cargo de canciller hasta hace pocos meses, afirma que pese a haber apoyado el proyecto político de Petro, nunca consiguió establecer una comunicación efectiva con él. “Fui leal hasta el final, pero usted jamás me escuchó”, escribió el exministro, quien lamenta la falta de un diálogo fluido, particularmente en temas de política exterior.
Uno de los pasajes más sensibles de la misiva está relacionado con Laura Sarabia, actual canciller y exjefa de gabinete, a quien señala de controlar completamente la agenda presidencial y de ejercer funciones que, según él, iban más allá de lo institucional. “Ella era la dueña de su tiempo”, subraya Leyva.
La carta también hace referencia a una reunión privada que sostuvo con Armando Benedetti, actual embajador en Venezuela, previa a su nombramiento. Según Leyva, en ese encuentro concluyó que Benedetti tenía “serios problemas de adicción”, algo que, afirma, era de conocimiento del presidente. A pesar de ello, se le asignó un cargo diplomático de alta responsabilidad.
El exfuncionario no escatima en advertencias: asegura que la administración Petro está atrapada en una red de funcionarios cuestionados que generan escándalos, contradicciones y desconfianza. Menciona como ejemplo el caso de los audios filtrados entre Sarabia y Benedetti, revelados en 2023, y más recientemente, tensiones internas desde Japón protagonizadas por Sarabia.
Uno de los episodios más impactantes descritos por Leyva ocurrió durante una visita oficial a París, donde, según él, el presidente desapareció durante dos días sin explicación. Fue en esa ocasión, asegura, cuando confirmó la supuesta adicción del mandatario: “Nunca se repuso usted. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”.
Leyva describe a Petro como un líder cada vez más aislado, afectado por episodios de ansiedad, depresión y conductas erráticas, conocidos por personas cercanas a él. También critica su retórica pública, la cual considera “incitadora” y un abuso del poder presidencial.