Estados Unidos decidió aumentar este final de año los aranceles a varios productos europeos, provocando reacciones de rechazo de Airbus, de los viticultores franceses y de Bruselas, en un nuevo episodio de un conflicto comercial que no da tregua.
La nueva medida, que entrará en vigor el 12 de enero, va dirigida a los productos franceses y alemanes y supone aumentar los aranceles al vino no espumoso, el mosto de uva y el coñac en un 25 %, así como en un 15 % sobre el fuselaje y otras partes de las aeronaves, que hasta ahora no se aplicaban, según una lista publicada el jueves por el representante de comercio de Estados Unidos (USTR).
Estos impuestos, anunciados tres semanas antes del fin del mandato de Donald Trump, se añadirán a los que ya se imponen desde 2019 a las importaciones europeas como el vino, el queso, el aceite de oliva o el whisky, así como a los aviones de Airbus.
“Esta acción unilateral estadounidense está interrumpiendo las negociaciones en curso entre la Comisión y el representante de comercio estadounidense para encontrar una solución a la larga disputa entre los fabricantes de aviones” Boeing y Airbus, indicó la Comisión Europea en un comunicado el jueves.
“La UE trabajará con la nueva administración estadounidense lo antes posible para continuar estas negociaciones y encontrar una solución duradera a esta disputa”, añadió el ejecutivo de la UE.
Sector “sacrificado”
“Temíamos que el conflicto se intensificara, ocurrió y va a durar”, dijo a la AFP el presidente de la Federación de Exportadores de Vinos y Espirituosos de Francia (FEVS), César Giron, estimando que el déficit podría superar los mil millones de euros (1200 millones de dólares) para la industria del vino.
La industria francesa de vinos y licores está siendo “sacrificada por una disputa sobre la aeronáutica”, denunció la federación.
Airbus lamentó “que la USTR haya decidido intensificar esta disputa tomando una medida que también perjudica a la industria manufacturera, a los trabajadores y a los consumidores estadounidenses”.
El fabricante de aviones añadió que estaba “convencido de que Europa reaccionará adecuadamente”.
Airbus argumenta que los nuevos impuestos penalizarán en particular las importaciones de piezas para su planta de ensamblaje en Mobile, Alabama.
Washington obtuvo la autorización de tomar represalias aduaneras de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Y en octubre, en una decisión de reciprocidad, la institución también autorizó a la UE a aplicar derechos de aduana adicionales a los productos importados de Estados Unidos.
El conflicto comercial más largo
Airbus y su competidor estadounidense Boeing, y a través de ellos la Unión Europea y Estados Unidos, llevan desde octubre de 2004 luchando en la OMC por las ayudas públicas pagadas a los dos grupos, que se consideran ilegales, en el conflicto comercial más largo y complicado del que se ocupa la institución garante del equilibrio en el comercio mundial.
En octubre de 2019, se autorizó a Estados Unidos a gravar con impuestos cerca de 7500 millones de dólares (6800 millones de euros) de bienes y servicios europeos que se importan cada año, la sanción más severa jamás impuesta por la OMC.
Desde entonces, Washington aplica un impuesto del 25 % a ciertos productos importados de la Unión Europea y de un 15 % a los aviones (enteros) de Airbus.
Como represalia, desde principios de noviembre la UE ha estado imponiendo derechos de aduana a 4000 millones de dólares de exportaciones de Estados Unidos. Así, los Boeing están gravados con el 15 %, y ciertos productos agrícolas, agroalimentarios o manufacturados con el 25 %.
Fuente: AFP