El gobierno de coalición en España pactó aumentar los impuestos para las rentas altas y grandes empresas con el fin de financiar el gasto público estimado en su presupuesto de 2021.
Pedro Sánchez, presidente español, y Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, decidieron limitarles a los empresarios las exenciones por dividendos y plusvalías generadas por su participación en sociedades filiales, reseñó El País.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) aumentó tres puntos para utilidades sobre el capital con más de 200 000 euros, una cifra mínima pero de alto valor político en medio de la crisis.
Para rentas del trabajo de más de 300 000 euros subió dos puntos el IRPF, un monto menor a la propuesta de Unidas Podemos (200 000 euros) y menor a la que venía con el acuerdo de Gobierno (130 000 euros).
En España, hay más de 112 000 contribuyentes que declaran en el IRPF, lo que representan un 0.5% de 20.6 millones de personas de acuerdo a la Agencia Tributaria.
“Son unos Presupuestos progresistas, excepcionales por la situación y por el volumen de inversión pública que movilizan. Su primer objetivo es reconstruir lo que nos ha arrebatado la crisis por la pandemia. El segundo, modernizar nuestro modelo productivo. Y el tercero, fortalecer nuestro Estado del bienestar”, dijo Sánchez.
