La Venezuela socialista y sus desmanes se reflejan en dos obras del cineasta Jonathan Jakubowicz, quien también dirigió Secuestro Express y Hands of Stone.

Las aventuras de Juan Panchard y La venganza de Juan Planchard son los dos libros de este autor venezolano que plasman la historia de un joven nacido en El Cafetal de Caracas y graduado en la Universidad Metropolitana, pero que de repente se convierte en una persona con una mucho dinero que disfruta de las excentricidades de los millonarios. Es el “bolichico” del régimen.

El amor le hace una jugada que lo descontrola al enamorarse de una persona que ofrece sus servicios sexuales. En la primera pieza literaria, son 320 páginas que describen “la buena vida” de Juan Planchard, y en la segunda, con 33 años, sale de la cárcel en Estados Unidos para ser un informarte de la CIA en Venezuela; solo que esta vez lo hace sin menos recursos.

Para quienes piensen que Juan Planchard es una figura aspiracional en la Venezuela actual, Jakubowicz dice que “hay un problema moral generalizado en sectores importantes del país que fueron los que eligieron a Hugo Chávez, donde el derecho a la vida, llegar al poder sin matar a nadie, toma un papel secundario. Dentro de esa estructura donde el crimen paga y el abuso de ser más vivo que los demás, trae beneficios, debe funcionar como una figura aspiracional”.

Los libros que retratan a Juan Planchard, no están concebido para ser un ‘ejemplo a seguir’, pues la idea es mostrar “lo horrible que somos en todas nuestras dimensiones”, dijo Jakubowicz a GloboMiami durante el programa FoMO.

Jakubowicz considera que existe una estructura fundamental dentro del comunismo, en la cual se ve al Estado ser parte de un partido político, con una sociedad como prisionera y viendo las únicas formas de surgir si se siguen sus normas.

“No es que es más fácil el éxito si se pertenece a la revolución, por el contrario, hacen todo lo necesario para que sea prácticamente imposible el éxito si no se pertenece a la revolución”, comentó. “Es normal que en medio de la desesperación existan personas que digan: no puedo con ello, me les voy a unir y eso es parte del proceso de envilecimiento generalizado que ocurre en dictadura como la nuestra, donde ves gente que era decente, tenía sueños, aspiraciones, pero llegan a un momento en el que ceden y se unen a la corrupción, porque sienten que no tienen otra opción y dicen no tener tanta responsabilidad de lo que ocurrió en Venezuela”.

Eso se ve en La venganza de Juan Planchard, personaje que intenta mostrarse como una víctima de un proceso que él no eligió y de una sociedad que tiene una estructura definida sin control, con dos opciones: “ser un pela bolas o ser millonario”.

-Cómo fue ese proceso de armonizar todos los elementos expresados en los libros en los que se aborda la situación geopolítica, ideológica y económica de Venezuela?

-Es difícil explicar paso por paso la técnica; en realidad creo le debería tocar a los lectores y a los críticos explicar cuál es el balance existente. Solo trato de combinar información que mucha gente desconoce dentro de una trama de personajes que permite proyectar la realidad actual. Venezuela desde hace años dejó de ser un problema local para ser internacional, donde la mayoría de los actores son venezolanos o no viven en el país. La gente se olvida que Chávez se fue (a Cuba) cuando se enfermó. Mi lector ideal es aquel que nunca se ha leído un libro en su vida y si se ha leído uno, es Las aventuras de Juan Planchard (…) Siento que existe un rechazo del venezolano a liderazgos que tenemos porque no solucionan el problema rápido, cuando el problema es que no entienden su dimensión. Mi intención con esta novela es que se comprendan los factores que influyen en la realidad venezolana. Uno de los pecados que hemos tenido como nación es que nunca ha habido interés en entender qué está más allá de lo obvio y lo hemos aprendido por las malas.

Durante una hora de entrevista, Jakubowicz se pasea por todos los escenarios de la Venezuela corrupta a través de dos libros, que prometen ser más extensos.