viernes, noviembre 29, 2024
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#ESPECIAL | Empresas venezolanas surfean el desbordamiento de dígitos

En la actualidad, hay muchos SAC tecnificados que se acoplan al proceso productivo y permiten ampliar las máscaras contables (espacio de los dígitos) hasta ciertas medidas, para efectos de impresión de reportes

Las empresas venezolanas experimentan un acelerado desbordamiento de dígitos en sus Sistemas Administrativos Contables (SAC) como consecuencia de la hiperinflación que desde 2017 puso en jaque a la economía local y trastoca el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Según datos recientes del Banco Central de Venezuela (BCV), la nación petrolera acumuló en 2020 una inflación de 2.959,8 %, la más alta de Latinoamérica seguida de Argentina, y por debajo del análisis estimado del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) liderado por opositores del gobierno interino de Juan Guaidó, que la situó en 3.713 %. Entre enero y septiembre del año pasado, las cifras del BCV recogían 844,1 % de alza acumulada.

Las organizaciones afectadas en su mayoría por el rebosamiento de cifras en los sistemas de información deben lidiar con este fenómeno que lejos de suavizar los efectos de la crisis económica, genera mayor preocupación, ante el aumento de dígitos en las transacciones con materia prima, en los servicios y en los estados financieros.

Hace años, la firma PwC publicó que compañías con alto volúmenes transaccionales detectaban “limitaciones en sus operaciones o inconsistencias en sus reportes, incurriendo en errores operativos de análisis de la información”; no obstante, es una realidad que hoy se mantiene con el desbordamiento de dígitos.

Es necesaria una reconversión monetaria

El bolívar perdió sus atributos como moneda debido a la hiperinflación asegura economista
Expertos consideran que es importante una nueva reconversión monetaria / Foto tomada de El País de España

Venezuela está ante una inminente reconversión monetaria, que disminuiría por tercera vez la unidad de medidas. Los tres, cinco o seis dígitos que se decidan suprimir permitirían habilitar como es debido los sistemas contables de las organizaciones, aunque eso demostraría de forma parcial un monto que está revalorizado con la hiperinflación.

Cipriana Ramos, expresidenta de Consecomercio, directora de la Cámara de Comercio de La Guaira y representante del sector aduanero portuario, aseguró a GLOBOMIAMI, que ya el venezolano “le quitó, por lo menos, tres ceros al bolívar: no dice un millón, sino mil, y así con diez millones, dicen diez mil”.

En su criterio, eso ocurre desde julio de 2020 y sin ajustes macroeconómicos, una reconversión “no servirá de nada, porque como hoy estamos a nivel de agosto de 2008, cuando los ceros progresivamente se irán perdiendo. La devaluación la sentimos a diario y es imposible pagar en bolívares la adquisición de algunos bienes y servicios”.

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Mahomed Hussein

Aunque la reconversión monetaria es una de las diversas soluciones para enfrentar el problema, el presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, al Centroccidente de Venezuela, Mahomed Hussein, señaló a GLOBOMIAMI, que es necesario un acuerdo entre el Estado y los actores productivos para atacar la situación que vive el país.

Eso implica buscar opciones que permitan crear “más industrias, más comercios y más personas en la economía”, con el fin de corregir el problema financiero y tener mayores contribuyentes, que no se vean afectados por el aumento casi unilateral de alícuotas por parte del Gobierno nacional o municipal, quien “no puede determinar el pago de un 3 % o 5 %, cuando los márgenes de ganancias de operaciones, negocios y líneas de productos no pasan del 10 %”.

Ante ese afán, casi confiscatorio, de incremento de impuestos por parte del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), muchas personas de una u otra manera están pasando de la formalidad a la informalidad. “Una empresa que declara impuestos puede hacerlo sin un local, vendiendo desde su casa y puede que no pague. Eso normalmente se consigue cuando los municipios en vez de involucrar y atender a mayores contribuyentes posibles, busca desangrar a los pocos existentes que sí están trabajando”, recalcó Hussein.

El cono monetario ya sufrió una eliminación de dígitos en dos oportunidades: La primera fue en 2008 bajo la presidencia de Hugo Chávez (menos 000) y en 2018 durante la administración de Nicolás Maduro (menos 00000). 

Algunas pymes, necesarias en la economía de un país e importantes para la subsistencia de millones de venezolanos en tiempos de crisis, surfean en la actualidad la ola inflacionaria “inducida” por actores políticos de acuerdo al régimen socialista que se agudizó tras las “medidas unilaterales y coercitivas” impuestas por Estados Unidos y aliados, aunque también por las pésimas políticas públicas que acabaron con el aparato productivo nacional.

En 2010, había 1.368.000 pymes, que según el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) daban empleo a 9.000.000 de venezolanos (un 73 % de los puestos laborales). Sin embargo, diez años más tarde, esa cifra cambió como consecuencia de la pandemia de covid-19, pero además por la crisis económica, el control cambiario y las expropiaciones que en su momento impulsó Chávez, un temor que aún sigue latente ante la ausencia de garantías al derecho de la propiedad privada.

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Los sistemas contables

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Los sistemas de información son importantes para generar estados financieros de las organizaciones / Foto ilustrativa tomada de Pixabay
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Reina Teresa Suárez

En los procesos administrativos empleados por contribuyentes especiales y formales se usan sistemas de información que ayudan a correlacionar datos numéricos para realizar los estados financieros. Algunas empresas aprovechan los beneficios de los software genéricos que permiten adaptarse a ellos y otros, que se ajustan a los procesos.

“Y eso es lo que está pasando” con el desbordamiento de dígitos en Venezuela, explicó a GLOBOMIAMI, Reina Teresa Suárez, directora de auditoría interna de la Asociación Civil Deportivo Lara, pues muchas pymes aprovechan los recursos limitados de los SAC genéricos durante sus procedimientos en medio una hiperinflación galopante.

A los contribuyentes especiales se les complica trabajar con un sistema genérico, porque desde el punto de vista fiscal existe más formalidad en el proceso administrativo-contable. Eso es que sus operaciones son más voluminosas y, en consecuencia, los montos, las operaciones y las facturaciones, hacen que haya desbordamiento de dígitos, comentó Suárez.

En la actualidad, hay muchos SAC tecnificados que se acoplan al proceso productivo y permiten ampliar las máscaras contables (espacio de los dígitos) hasta ciertas medidas, para efectos de impresión de reportes.

Significa que el “dueño de la fuente (del programa), puede ampliar el rango en mayor medida, pero tiene un límite, que es lo que está ocurriendo, aunque con un costo (pues el sistema e implantación tienen precios diferentes en divisas). Hay otros sistemas para las pymes y son más limitados, pues su lenguaje es obsoleto. Allí, no hay nada qué hacer. Cuando hablamos de empresas que son contribuyentes especiales de compra y venta, nos referimos a procesos productivos, que pueden usar un sistema genérico o uno propio”, indicó Suárez.

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Múltiples problemas

#ESPECIAL | Empresas venezolanas surfean el desbordamiento de dígitos
Las máquinas fiscales en Venezuela deben estar actualizadas / Foto: Maduradas.com

Otra irregularidad con el desbordamiento de dígitos se presenta al implementar máquinas fiscales, cuyas columnas a efectos de impresión son muy ajustadas. “Cuando se va a facturar, el sistema automáticamente lo aborta, porque desconoce esos montos grandes”, enfatizó Suárez.

Las máquinas fiscales cuentan con una memoria que permite hacer un reporte diario (Z) (365 al año) con una limitante de 2.500 transacciones. Por el desbordamiento de dígitos existente, en muchos casos hay que hacer varios cierres continuos en un mismo día, contó la especialista. “Aunque todo dependerá de su volumen de ventas”.

En caso de exceder los 2.500 registros, entonces debe comprar un precinto adicional, aumentando los costos por adquisición, instalación y asesoramiento.

¿Qué están haciendo las pymes si el mismo sistema anula las facturas? No las emiten. “Y eso trae una implicación fiscal, porque si no la genero, se evita un hecho imponible”, recordó la especialista Suárez. De allí que deben contar con un talonario de contingencia de acuerdo a la Providencia 0071. En caso contrario, ocurre un desorden administrativo.

Las máquinas fiscales estaban centradas en la administración empresarial, pero desde 2018 hubo un cambio en la normativa, que promueve otro sistema con un adaptador para transferir la información directamente a la administración tributaria que hoy no sabe cuánto se está generando. “El 80 % de las empresas no lo tienen, porque el costo es elevado (1.000 dólares aproximadamente). Muchas personas trabajan con máquinas antiguas”, puntualizó Suárez.

Ahora, el Seniat ante esta situación emplea un dispositivo con el cual escanea la máquina fiscal para conocer los estados financieros.

Una adaptación que genera gastos

Las transacciones financieras en Venezuela ahora se ejecutan con una gran cantidad de dígitos que muchos sistemas para el procesamiento de datos no soportan y, aunque algunos permiten modificar las máscaras contables, eso generaría un costo extra que las empresas deben destinar, alterando sus activos ya golpeados por la crisis económica.

De momento, el BCV no ha dado luces sobre una eventual reconversión monetaria que permita transformar la realidad con el desbordamiento de dígitos, que “trae implicaciones contables y financieras en las operaciones empresariales”, enfatizó Cipriana Ramos.

Las organizaciones deben evaluar algunas opciones que les sean productivas para continuar con sus operaciones habituales dentro de su entorno interno y externo cuando tengan desbordamiento de dígitos, mitigando la carga administrativa que representa esta coyuntura.

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La moneda funcional y la de presentación

Dólares, Billetes De Banco, Dinero
En caso de llevar los registros en dólares, al final, ante el fisco, deben presentarse en bolívares / Foto ilustrativa tomada de Pixabay

En Venezuela, la moneda funcional es el bolívar; y la de presentación incluye el dólar, y en algún momento será la criptomoneda el petro. Bajo este criterio, muchas empresas deben manejarse para surfear el desbordamiento de dígitos en sus operaciones y presentar sus estados financieros.

El 21 de enero de 2003 (Decreto N° 2.278), el Estado venezolano junto al BCV suspendió el libre comercio de divisas, que a lo largo del tiempo ha recibido varias modificaciones, como el que ocurrió en 2018 (Convenio Cambiario Nº 1), con el cual se inició una libre convertibilidad de la moneda en el país, derogando los reglamentos anteriores. Desde ese entonces, cesan las “restricciones cambiarias y se admite el pago de obligaciones contractuales en divisas”, reseñó PwC Venezuela en un artículo sobre el tema.

Hace tres años, la administración de Maduro derogó la Ley del Régimen del Control Cambiario y sus lícitos, siendo una medida que permitiría un mejor desempeño a personas naturales, jurídicas o extranjeras, en un nuevo modelo socioeconómico.

En ese sentido, desde 2019, Venezuela coexiste con una dolarización de facto que ejecuta al menos 70 % de las transacciones según César Aristimuño, economista y director general de la firma Aristimuño Herrera & Asociados; a pesar que Maduro en su informe de Memoria y Cuenta dijo que solo era el 30 %.

Unos 2500 millones de dólares en efectivo circulan en el país de acuerdo a la consultora Ecoanalítica y, en unas 10 ciudades, el 65 % de las operaciones son en divisas

Pero, ¿qué dice la NIC 21?

La Norma Internacional de Contabilidad (NIC 21) establece que para determinar la moneda funcional se debe considerar la moneda que influye en los precios de venta de bienes y servicios, además de los costos de mano de obra, materiales y producción.

De aplicar este criterio, significa que aquellas empresas en Venezuela cuyos procedimientos son tasados en divisas, deberían tener como moneda funcional el dólar o euro, aunque hasta el momento por ley solo se permite presentar los estados financieros en bolívares y petro, a excepción de aquellas cuentas que son abiertas en moneda extranjera.

El artículo 318 de la Constitución de Venezuela y el 106 del BCV establecen además que “la unidad monetaria es el bolívar”. A eso se le une que el Código Orgánico Tributario (COT) indica que todos registros contables deben ser en moneda nacional.

Sin inconvenientes

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La situación ante el Seniat parece ser diferente / Foto referencial tomada de ÚltimasNoticias.com
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Cipriana Ramos

El Sistema Aduanero Automatizado (Sidunea), la herramienta de control y administración adoptada por más de 80 países, desarrollada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (Unctad), está actualizada.

En Venezuela, se emplea el Sidunea para el desaduanamiento de mercancía y no tiene problemas en el sistema al momento de contabilizar. “Lo han actualizado, no se ha bloqueado, pero sí el pago. Los impuestos y gastos de bolipuertos, consolidados, manejos, son difíciles de pagar en bolívares”, recordó Cipriana Ramos.

La gremialista indicó que si bien el tipo de cambio utilizado en Venezuela es el del BCV, “los contribuyentes no tienen acceso al mismo”. No obstante, recordó que en el caso de las alcaldías, “han utilizado como referencia otras unidades de cambio, pero siempre tienes que pagar en bolívares y algunos tienen que acudir al petro para cumplir con las obligaciones”.

¿Hay solución al desbordamiento de dígitos?

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Roberto Sánchez

PwC Venezuela en un ensayo estableció algunas recomendaciones sobre cómo lidiar con el desbordamiento de dígitos, de manera que las organizaciones puedan continuar con sus operaciones habituales. Propuso en su momento durante la segunda reconversión monetaria -cuando estaba casi prohibido hablar de dólares en Venezuela- la creación de una nueva moneda artificial como moneda local; una situación que ha cambiado en la actualidad.

Si bien muchas empresas tienen registros en dólares, es necesario cumplir con las leyes y regulaciones en Venezuela respecto a la política monetaria y fiscal. De allí, que deben promover reportes o soluciones satélites en los sistemas principales para convertir los datos e información en bolívares.

Roberto Sánchez, socio de la consultora PwC, recordó a GLOBOMIAMI que por segunda vez ocurre en Venezuela el desbordamiento de dígitos que afecta a las grandes empresas, pues son las que manejan grandes números y muchas de las cuales implementan el SAP (Sistemas, Aplicaciones y Productos para Procesamiento de Datos).

Desde el punto vista técnico, comentó Sánchez, se genera un problema con el desbordamiento de dígitos cuando se crea un campo con datos específicos y se le da un límite de caracteres con la intención de optimizar el espacio ocupado. “Por ejemplo, puedo determinar que entre 1 a 100 bolívares serán almacenados perfectamente en un byte, pero cuando ingreso 10 millones de registros, todo se incrementa. Eso significa que si en vez de usar uno, empleo dos bytes, estoy duplicando el espacio de resguardo”.

Quienes administran bases de datos son muy acuciosos en evitar la creación de almacenamiento de información que no sean eficientes.

Cuando comenzó el desbordamiento de dígitos en los sistemas de información se presentaba la situación al generarse una compra o venta.

“Eso significa que cuando se transcribe la información, el sistema no es capaz de presentar o registrar. Una cosa es que no te permita procesar información y otra es que no te deje desplegar la información de forma apropiada. Cuando tú tienes un problema de presentación, ves un reporte distorsionado, los números se ven más grandes o se solapan unos con otros, pero siguen existiendo resultados confiables. El problema está cuando no es capaz de procesar el número que está llegando y la información que se gestiona pierde integridad”, dijo Sánchez. 

El representante de PwC insistió que la situación hoy en día con el desbordamiento de dígitos es mucho peor, porque se han recuperado los cinco dígitos que se quitaron en 2018.

En el caso de las pymes el problema llega un poco tarde por la cantidad de cifras que manejan y la capacidad de respuesta de sus sistemas es más limitada.

Mientras Venezuela se prepara para una nueva reconversión monetaria, las empresas deben buscar mecanismos que le permitan seguir optimizando sus operaciones ante el desbordamiento de dígitos, siempre aprovechando los sistemas de información existentes y el talento humano que es necesario para implementar estrategias cónsonas con la realidad país.

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Juan D. Vilchez
Juan D. Vilchezhttp://www.datiaopr.com
Licenciado en Comunicación Social (LUZ) y magíster en Gerencia Empresarial (UFT). Docente y experto en medios digitales.

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