En los lugares de trabajo donde los actos de bondad se convierten en la norma, los efectos secundarios pueden multiplicarse rápidamente. Las organizaciones que fomentan activamente estos sentimientos positivos entre sus trabajadores, reportan numerosos y notorios beneficios. El poder de la bondad puede mitigar los efectos nocivos de un mundo social cada vez más en línea.
Según una encuesta llevada a cabo por Gallup, cuando las personas reciben un acto de bondad, lo devuelven, y en muchas ocasiones no lo regresan a la misma persona, a menudo consiguen a alguien completamente nuevo para seguir expandiendo los buenos actos. Esto conduce al desarrollo de una cultura de generosidad dentro de la organización. Los autores Kelly Nault, Nadav Klein y Ovul Sezer aconsejan tomar en cuenta 3 aspectos para llevar la bondad al lugar de trabajo:
1. Dar el ejemplo: Las personas son naturalmente sensibles a los comportamientos de los miembros de su equipo. Al dar cumplidos y elogiar a sus empleados, es probable que los líderes motiven a los miembros del equipo a copiar su comportamiento.
2. Fomentar una “ronda de amabilidad” en la que los miembros del equipo son libres de reconocer el trabajo de los demás. Esto no necesita mucho tiempo, unos pocos minutos a la semana pueden aumentar la moral y la conexión del equipo.
3. Considerar las bonificaciones de pequeñas cantidades. Las investigaciones demuestran que las personas aprecian los pequeños actos de bondad tanto como los grandes. Una tarjeta de regalo o un pequeño regalo enviado por correo funcionan perfectamente para reconocer la importancia de un trabajador y logra desencadenar los beneficios psicológicos de la bondad.
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Tulia Monsalve, Directora Grupo Plus Comunicación Estratégica y profesora Universidad Monteavila @tuliamonsalve @grupoplusve