El Producto Interno Bruto (PIB) en el mundo tendrá un importante retroceso en caso de que no se tomen medidas contra el cambio climático, advirtió la reaseguradora suiza Swiss Re.
El estudio realizado en 48 principales economías globales que contabilizan el 90% del PIB se realizó con un test de estrés en función de cuatro posibles realidades, con caída del 18% en el escenario más pesimista y del 4% en el más optimista.
Indonesia, Malasia, Filipinas, India y Tailandia son los cinco países que muestran economías más vulnerables ante el cambio climático.
A estas naciones se les une China en la posición 41, que podría registrar una baja del PIB en un 24%, con alzas en temperatura sobre los 3 grados.
Otros países que fueron incluidos son Argentina (28ª), México (29ª) y Chile (36ª), cuyas economías están situadas en los primeros lugares; además de Brasil (38ª), Perú (40ª), Colombia (42ª) y Venezuela (43ª) en posiciones peores.
La agencia de noticias EFE reseñó que el informe pronostica un desplome en el PIB de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Sin fecha establecida
En GloboMiami, sobre el impacto del cambio climático en el PIB mundial, conocimos la opinión de Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, quien recordó que el problema del medio ambiente es que no tiene una fecha definida cuando vaya a ocurrir una catástrofe.
Se trata como el cuento de la rana, comparó, “la cual si se pone en una sartén hirviendo, salta inmediatamente, pero si se pone en una fría, se va calentando gradualmente. Llega un momento en el cual la rana está cocinada y no se dio cuenta”.
Si se analizan las estimaciones, para el 2050 habrá una pérdida del 10% del valor económico, en caso de que no se tomen en cuenta las medidas oportunas contra el cambio climático.
“Inmediatamente se piensa que el 2050 está muy lejos y que habrá tiempos para eso, ahí está el grave problema. Esto es un maratón, donde hay que crear conciencia en la gente, en las empresas, pero sobre todo en los grandes contaminadores de la tierra, que van a seguir con sus práctica para no afectar sus economías. O sea, pan para hoy hambre para mañana”, reflexionó Carlos Dorado.
-¿Qué efectos tiene el calentamiento global en la economía?
-Lo dramático es que la tierra, hasta los momentos, es la única casa que tenemos para habitar, y si nos quedamos sin ella no habrá alternativa.
De nuevo, la amenaza es a muy largo plazo, y por eso no le damos la importancia que tiene, pero por ser a tan largo plazo, la solución tampoco es a corto plazo, debe ser implementada y seguida en el tiempo para lograr el gran objetivo fijado en la reunión de París sobre cambio climático: tener cero emisiones en el 2050. Es un maratón que estamos tardando en recorrerlo
-¿Es necesario promover la responsabilidad social empresarial?
-Lamentablemente este problema no es de uno solo, y menos aún se soluciona solo.
Hay que crear conciencia a todos los niveles, ya que es interés de todos. Pero no solo crear conciencia, sino establecer la acción, donde cada uno en menor o mayor grado tiene sus responsabilidades y obligaciones. Aquí el problema a resolver es: ¿Qué hacer con los países más contaminadores, que no toman ninguna o muy poca acción? ¿Tenemos los mecanismos para obligarlos? No estamos hablando desde el punto de vista bélico, sino desde un punto de vista económico.
Es aquí precisamente, donde los individuos y los países pueden jugar un gran papel de auditores de esas obligaciones al castigar a los infractores, donde más le duele en lo económico: no comprando ni permitiendo la importación y comercialización de esos productos. Pero hasta ahora, todavía sigue siendo incipiente y utópico.
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La economía circular, el PIB y su impacto en el medioambiente
En las últimas décadas ha habido una cultura de crear, utilizar y botar, llegando al absurdo de que el 90% de lo que se utiliza, solo se hace una vez y después termina como basura; aunado a un consumismo cortoplacista que se satisface con nada, aseguró Carlos Dorado.
El planteamiento de la economía circular es a través de las cuatro “R”: Reducir, tratando de usar la tecnología para que con el menor uso de materiales se obtenga la mayor de las eficiencias. Reusar, para que la duración de estos sea mayor. Reciclar, usando la tecnología para que el mismo producto, una vez reciclado, pueda ser la materia prima de otros productos. Recuperar, donde lo que se desecha en una industria pueda ser la materia prima de otra.
Eso significa, que es importante cambiar el modelo lineal por uno circular. Carlos Dorado considera que como todo modelo económico, lo más importante es que se adopte en forma masiva y sea económicamente rentable para que exista más demanda y más oferta.
“El problema es cuando esas dos variables no se cumplen, y los productos son poco demandados, o su producción los encarece; mientras otros sectores o países continúan produciendo, contaminando, pero vendiendo y ganando, la solución no llegara”, indicó.
-Entonces, ¿se necesitan más tecnologías para el control forestal y así evitar consecuencias para el medioambiente o PIB mundial?
-La conservación forestal es para la tierra como los pulmones son para una persona. El poco o mucho cuidado que se le dé, será el resultado y la eficiencia de estos. Tenemos el problema de la Amazonía, con la tala indiscriminada e ilegal, donde un beneficio económico prevalece sobre la parte ambientalista. La tecnología puede ayudar en forma considerable, a través del monitoreo satelital y lectura de matrices creadas que en todo momento informe qué zonas están en peligro. Pero tiene que haber la voluntad política para atacarlo y controlarlo, y es aquí donde los avances han sido relativamente pobres, por tantos intereses que se tocan, y los pocos dolientes que tiene.
La historia nos enseña que la humanidad siempre encuentra la forma de sobrevivir, pero este es un enemigo silencio, que cuando nos demos cuenta, quizás ya estemos cocinados como el cuento de la rana
–¿Qué tan importante es la educación en este tema?
-Es fundamental, y cada día está surgiendo más movimientos y una mayor conciencia ambientalista entre la población. Sin embargo, no soy muy optimista cuando veo que una niña con 15 años tuvo que ser la que llamó la atención, y es la que lidera el movimiento ambientalista. Esto quizás explica el primer problema: lo mal que estamos de líderes políticos y sociales, y sus pobres liderazgos, escasa planificación y una visión cortoplacista.
El otro problema es la desigualdad social y económica entre personas y naciones en el mundo, esto también conspira contra una mayor eficiencia en el cuidado ambiental. Y lo último es lo económico, desde el momento en que producir y botar, continúe siendo más rentable que producir, y rehusar.