En medio de la crisis que golpea al país sudamericano, Venezuela dio un paso al frente y lanzó el 20 de febrero de 2018 la criptomoneda petro (PTR), que sería un alivio a la “guerra económica” impulsada por las sanciones de Estados Unidos y aliados hacia funcionarios e instituciones de la administración de Nicolás Maduro involucrados en hechos de corrupción.
Fue una medida que sería parte de la reactivación económica y que en un principio obligó a numerosos comercios a recibirla como método de pago, tras la entrega por parte del régimen socialista de la criptomoneda a través del Carnet de la Patria, el programa de izquierda discriminatorio y de control ciudadano cuyo sistema fue utilizado como billetera para albergar ese “dinero digital”.
El petro -regalado como incentivo por medio del Sistema Patria en los primeros meses de su nacimiento-, fue utilizado por los beneficiarios en la adquisición de bienes y servicios. Empresarios y comerciantes tuvieron en aquel entonces dos opciones: mantener sus ganancias en criptoactivos o cambiar lo recibido por bolívares devaluados en una Venezuela donde predomina el dólar como moneda “oficial” de las transacciones.
Hoy, muy poco se habla del petro en la calle. Lo que un venezolano adquirió con el criptoactivo hace tres años, en la actualidad es casi imposible. Muchos incluso se quedaron con unos petros, que pueden ser utilizados para “pagar los servicios públicos en el país” según la web oficial del programa.
El petro se convirtió en la primera criptomoneda emitida por un Estado con el respaldo de sus recursos naturales: petróleo, oro, hierro y diamante que integran la canasta de commodities.
La moneda digital transable fue promocionada como una alternativa al dólar, pues su valor estaría fijado en función del precio del crudo y sería tomado como referencia para el pago de servicios en Venezuela. De allí, que la referencia inicial del petro estuvo marcada en 60 dólares, precio de la canasta petrolera a mitad de enero de 2018.
Maduro y sus ministros, la anunciaron como una forma de invertir, ahorrar y de intercambio en los servicios públicos. Pero, quienes hoy intentan vender sus petros, para cambiarlos por divisas o bolívares, muchos lo reciben de vuelta, pues nadie quiere adquirirlos.
¿Qué se puede pagar con el petro?
Según el portal del petro, se pueden adquirir commodities y sus procesados, bienes y servicios en Venezuela o fuera de él, pagar impuestos y servicios públicos, enviar remesas, transferir a familiares y amigos por la propia plataforma, y ahorrar o convertirlo en otras criptomonedas fiduciarias, enumeró el canal estatal Telesur.
¿Y comprarlo?
Existen dos formas de adquirir petros: el primero es mediante la tesorería de criptoactivos y el segundo es mediante el exchange (personas naturales o jurídicas). En ambos caso hay que registrarse, esperar que el sistema valide los datos, y pagar en divisas o criptoactivos.
La web del petro asegura que la criptomoneda puede usarse de tres formas: Carteras Digitales, Sistemas de Pago y Exchanges.
Para ello dispone de los sistemas de PetroApp, Vex, Patria, Banco de Venezuela y Biopago.
SabíasQué El Petro como moneda digital garantiza su usabilidad en tres formas:
— @sunacrip_ve (@sunacrip_ve) June 13, 2021
✅ Carteras Digitales
✅ Sistemas de Pago
✅ Exchanges
Descúbrelo haciendo clic en: https://t.co/UXWBDvB28P
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¿Cómo se calcula su valor?
El valor del barril de petróleo en el mercado mundial marca en buena parte el precio del petro en su totalidad, es decir, variará en función de los commodities (bien que tiene valor o utilidad). Se distribuye de la siguiente manera:
- El petróleo otorga un 50% al petro.
- El oro un 20%.
- El hierro un 20%.
- Y el diamante un 10%.
En ese sentido, el petro busca competir con el dólar y cumplir sus funciones en los pagos internacionales.
El petro está respaldado por 5 mil 342 millones de barriles del campo 1 del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez en una primera etapa de acuerdo al portal de Petróleos de Venezuela.
En ese sentido, el régimen socialista estima emitir 100 millones de unidades de este criptoactivo, de los que 82 millones 400 mil se ofrecen en el mercado en dos etapas (tesorería y exchange) y los otros 17 millones faltantes son para el Estado.
En la primera preventa, se dispuso 38,4% del criptoactivo (38,2 millones de tokens o fichas no minables), en la que participan inversionistas. En la segunda etapa como oferta inicial hay un 44% del criptoactivo (44 millones tokens).
Las bondades… y contradicciones
La economía venezolana está anclada al valor real del petro en teoría, pero muy poco se cumple esta filosofía, de lo contrario, el salario mínimo y la pensión mantendrían ese ritmo (es decir, equivaldrían a medio petro). Los representantes del régimen dijeron que la criptomoneda busca que:
- El petro supere los obstáculos de las sanciones, aunque todavía así, estas siguen impactando en las políticas públicas del régimen.
- Acabe con el dólar paralelo, no obstante, ha sido imposible.
- Se ubique la inflación en cero y asumir los precios internacionales de forma automática, sin embargo, tampoco se ha logrado. El Observatorio Venezolano de Finanzas ubicó a mayo el Índice de Precios al Consumidor en un 19,6%, y 29.50% interanual, con el valor de la Canasta Alimentaria que supera los 296 dólares.