Uno defiende las elecciones parlamentarias para “resolver” la crisis de Venezuela con una Asamblea Nacional chavista, otro dice representar una “nueva oposición” y el último descarta participar en “un fraude”.
Nicolás Maduro Guerra, Javier Bertucci y Freddy Guevara exponen a la AFP sus argumentos en torno a la contienda del 6 de diciembre, signada por el boicot de los principales partidos opositores.
Diosdado Cabello advierte que no habrá comida para el que no vote el 6D
Nicolás Maduro Guerra –
Es el hijo del hombre más poderoso de Venezuela, pero Nicolás Maduro Guerra dice que su vida “no comienza siendo el hijo del presidente”. “Mi infancia transcurrió con un padre que era chofer del metro bus y con una madre secretaria”, comenta a la AFP en respuesta a quienes lo atacan por sus privilegios.
Sostiene que el poder es una “circunstancia” a la que no aspiró. “Es la vida que me ha traído aquí”, dice.
Flautista profesional y licenciado en Economía que se jacta de ser “el más joven” de los dirigentes del chavismo sancionados por Washington, “Nico”, como lo llama su papá, ha vivido semanas de una frenética campaña por una curul en La Guaira, un estado bañado por las aguas del mar Caribe a unos 40 minutos de Caracas.
El político de 30 años rechaza los cuestionamientos a la legitimidad de las votaciones, que el líder opositor Juan Guaidó y sus aliados tildan de “farsa”.
Asegura que “son las mismas condiciones” de 2015, cuando la oposición obtuvo la mayoría legislativa, aunque las nuevas autoridades electorales no fueron designadas por el Parlamento, como corresponde, y, entre otras reformas, el número de escaños fue aumentado de 167 a 277.
“Vamos a solucionar con la nueva Asamblea Nacional los problemas que tengamos. La oposición, la derecha extremista, no tiene plan para el país”, comenta.
Aupado por una multitud en una calle de Maiquetía, población donde se ubica el principal aeropuerto del país, prometió “consumirse” como servidor público. “¡Prohibido fallar!”, exclamó entre aplausos.
“¡Nico, Nico!”, gritaban algunos agitando pancartas con su rostro estampado, mientras otros trataban de acercársele para abrazarlo o entregarle cartas, colándose entre varios escoltas
Admite que hay chavistas descontentos por la crisis económica, pero sostiene que el chavismo “está en la calle encarando los problemas”.
Las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela “han complicado la situación”, remarca Maduro Guerra, quien tuvo su primera hija con apenas 15 años, una experiencia, que, afirma, lo hace pensar en la necesidad de campañas para prevenir el embarazo precoz.
Javier Bertucci –
Acusado por los aliados de Guaidó -jefe parlamentario reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países- de colaborar con Maduro, Javier Bertucci, candidato por el estado Carabobo (norte), se defiende.
“Nos hemos llamado una nueva oposición, dicen que a la medida de gobierno, colaboracionista, pero el mayor colaboracionista de este gobierno es esa oposición radical (…) que quiere seguir en el conflicto, porque ese conflicto se convirtió en un gran negocio para ellos”, dice este carismático pastor evangélico de 51 años.
Saltó a la palestra pública en 2018 al inscribir su candidatura a las elecciones presidenciales en las que Maduro fue reelecto, rompiendo entonces otro boicot opositor.
“No participar” en elecciones “no solamente es un suicidio político, sino una actitud irresponsable”, asevera Bertucci, que durante sus actos de calle asegura recibir más de mil “papelitos” con peticiones.
Critica con dureza a Guaidó. “Soy oposición, pero uno de los grandes responsables de que no hayamos podido salir de este gobierno es la oposición que hemos tenido, errática, que en vez de corregir se mantienen en la misma línea del fracaso”, dice el candidato por su propio partido, llamado El Cambio.
La “oposición radical” ha fracasado al pedir “sanciones que han terminado de hundirnos”, agrega Bertucci, padre de tres hijos -uno de ellos adoptado- y aficionado al fútbol.
Promete, de ser electo, “leyes que puedan sentir los venezolanos” en su día a día, más allá de la pugnacidad política.
Freddy Guevara –
Freddy Guevara, de 34 años, formó parte de la generación de estudiantes universitarios que adversó a Hugo Chávez con multitudinarias manifestaciones en 2007, que derivaron en la única derrota electoral del fallecido líder, el rechazo en un referéndum de una reforma de la Constitución.
Considera que las cosas han cambiado mucho desde el triunfo opositor en 2015.
“Mi vida sería mucho más fácil si yo fuera candidato (…), estaríamos haciendo campaña, entregando volantes, saludando bebés (…) y no tendríamos el riesgo de ser perseguidos o encarcelados”, comenta Guevara, aliado de Guaidó en el veto a las legislativas.
“Participar en el fraude”, dice este diputado que pasó tres años refugiado en la embajada de Chile en Caracas luego de ser acusado de incitar a la violencia en protestas opositoras en 2017, habría significado “desmontar” la ofensiva de Guaidó contra Maduro.
Tras recibir en septiembre pasado un indulto de Maduro junto a más de un centenar de opositores presos o refugiados en sedes diplomáticas, promueve una consulta en rechazo a los comicios legislativos.
“Una cosa es enfrentar un escenario adverso, jugar en un terreno inclinado en tu contra, y otra cosa es suicidarte”, asevera, denunciando que el oficialismo “cruzó una línea” con “fraudes” en las elecciones regionales de 2017 y en las presidenciales de 2018, después de las cuales la mayoría opositora legislativa declaró “usurpador” a Maduro.
Por ello, califica de “charada” el proceso para renovar la Asamblea Nacional.
“No es una elección. Votar no es solamente ir y poner en un papelito tu opinión (…). Se tiene que garantizar, primero, que haya algo que decidir y, segundo, que tu opinión sobre lo que hay que decidir realmente va a importar”, expresa. “Todos los competidores los eligió el régimen, entonces, ¿qué vas a elegir?”.
Fuente AFP