domingo, noviembre 24, 2024
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Dayana Mendoza como víctima de una inquisición populista y marxista 2.0

Dayana Mendoza abraza la fe en público y se le condena por redes. Lo que nos faltaba: primero acosan a Dave Capella por pedir apoyo económico para costear su enfermedad, después se burlan de una reina de belleza por elevar una oración por Venezuela durante un live.  

Tocamos el fondo de una fase decadente, donde los desalmados y matones se ríen del horror y de la intolerancia que promueven. Tal cual como los nazis que caricaturizaban a los judíos antes de proceder a cazarlos y eliminarlos.

Para quien no lo sabe, ella adoptó la religión cristiana evangélica desde el año 2020.

Dayana Mendoza como víctima de una inquisición populista y marxista 2.0

Ha sido una decisión que le ha permitido evolucionar como mujer y persona, dándole un vuelco a su imagen y su visión del mundo.

No es la primera estrella global que lo hace, pero en la provincia ultramarina de Venezuela se le toma por una curiosidad, digna de la burla de los troles de Twitter, quienes proceden desde las sombras y operan en manada, como un rebaño de hienas populistas, carentes de empatía.

Vivimos tiempos de crueldad y de inmoralidad dos punto cero.

Afirma Ece Temelkuran que un país se pierde cuando se normaliza el atropello de mujeres, se les expone al escarnio de la web, y peor aún se justifica la censura y la reprobación del otro en nombre del derecho a la libre opinión.

En realidad, contra Dayana no se han esgrimido puntos de vista o reflexiones sobre su condición de creyente, sino posverdades, memes y fake news, puras descalificaciones y difamaciones para llevarla a la hoguera virtual.

El lugar común ha querido sentenciar que la Miss “da cringe” y que “manipula” o “es manipulada”.

Dayana Mendoza como víctima de una inquisición populista y marxista 2.0

Una teoría conspirativa improbable, propia del prejuicio marxista que considera todo parte de un complot, que denigra de la religión “como opio del pueblo”, en vez de comprender que existe el libre albedrío y el derecho de elegir una orientación metafísica ante la cultura del vacío.

Sin que lo sepan los troles de Dayana, en el interior de ellos anida la semilla comunista que en Cuba y Venezuela ataca y golpea a los disidentes cristianos, que son perseguidos y martirizados por elevar oraciones por la democracia. 

Es lo que más preocupa del mal precedente del bullying contra Dayana.

Por ende, no debemos naturalizarlo o normalizarlo, darlo por algo sin importancia.

Como en el caso de Dave Capella, tenemos que ponernos del parte de la víctima, ser solidarios con el dolor de una mujer afectada y discriminada por rezar.

Las madres de Mayo empezaron así, caminando en una plaza que ahora lleva su nombre, orando por la desaparición y la muerte de sus hijos. Daban rondas silenciosas en una plaza, como un acto de resistencia ante la dictadura. Los verdugos y torturadores también se reían de ellas.

De igual modo, María Teresa de Calcuta oraba por los desfavorecidos y los niños sin futuro.

En la actualidad, de cara a un planeta fuera de balance y trastocado por el coronavirus, hemos atestiguado el renacimiento y el despertar de una nueva fe que abrazan cantantes como Justin Bieber, para redimirse, sentirse mejores y sanar.

Dayana Mendoza como víctima de una inquisición populista y marxista 2.0

Entonces, dejemos que Dayana siga su camino, que se suma en trance cuando quiera por Instagram, aunque se vea diferente a cómo la recordamos en el back to back del Miss Universo.

Dayana Mendoza como víctima de una inquisición populista y marxista 2.0

Así somos los seres humanos, un día cambiamos, sentimos que recibimos alguna iluminación, imaginamos que es necesario dar apoyo a los demás antes que concentrarse en uno mismo.

Por lo visto, Mendoza tiene la mejor intención de ayudar a los venezolanos, frente a una comunidad internacional que empieza a olvidarnos.

Más que reír u ofender, incorporemos a Dayana a la lucha por la independencia, la democracia y la libertad de Venezuela.

Por Sergio Monsalve. Director Editorial de Globomiami.

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