Hoy, la realidad en Cuba es crítica (lo ha sido siempre desde hace 60 años): Desabastecimiento de productos, sectores económicos en quiebra y alto costo de los alimentos que se encuentran en algunos comercios -aunado a la crisis sanitaria-, impulsaron las masivas protestas en diversas provincias de la isla.
La inflación en Cuba ha estado sobre el 500% y el sistema monetario dual está en jaque, mientras la dictadura busca la unificación.
Las remesas que ayudan a la economía familiar, cayeron 54,14% en 2020, cifras que podrían empeorar, a pesar de que no hay datos oficiales del régimen cubano.
La dictadura del designado Miguel Díaz-Canel solo ha respondido al clamor del pueblo con “palos”, detenciones y represión, sin buscar una solución pronta al conflicto, mientras culpa al embargo de Estados Unidos del caos que ocasionó el comunismo en el país desde hace más de seis décadas.
La economía en la nación no siempre ha estado en sus mejores momentos desde que se instauró la dictadura. Según el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 2019, Cuba registró en envíos de productos al extranjero al menos $ 1,21 mil millones, ocupando la posición 152 en exportaciones y 133 en importaciones de acuerdo al Observatorio de Complejidad Económica (OCE).
Ese año, estuvo también en el puesto 105 con la economía más dificultosa de acuerdo al Índice de Complejidad Económica (ECI).
Los principales rubros exportados fueron el tabaco laminado, azúcar en bruto, mate de níquel, licor fuerte y mineral de zinc, con destino a China, España, Países Bajos, Alemania y Chipre.
A la par, Cuba importa igualmente para satisfacer su demanda nacional carne de aves de corral, trigo, harina de soja, maíz y leche concentrada, traídos principalmente de España, China, Italia, Canadá y Rusia.
Durante los últimos cinco años reportados, las exportaciones de Cuba han cambiado en – $ 459 millones de $ 1,67 mil millones en 2014 a $ 1,21 mil millones en 2019, según el OCE.
Pero eso, no ha sido suficiente para recuperar la economía de la isla y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Por el contrario, se emplea para controlar y limitar las libertades individuales y comerciales.
Si bien el embargo de Estados Unidos a Cuba ha generado un impacto negativo, las pésimas políticas económicas de los comunistas y la crisis provocada por el coronavirus, empeoraron la situación.
Ya en las farmacias comienzan a escasear los medicamentos, los apagones -como en Venezuela- son constantes y aquellos que cuentan con divisas invierten horas para adquirir algunos alimentos.
Cuba experimenta en estos momentos una lamentable caída de su economía, lo que ha generado mayores problemas, no vistos desde que la Unión Soviética colapsó las finanzas de la isla en la década del 90.
El apoyo internacional a las manifestaciones de Cuba ha sido evidente, pero también el rechazo de los comunistas mundiales que emplean la solidaridad automática
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Hace días, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó que apoyaba al pueblo cubano y “su clamor de libertad”, mencionando además “décadas de represión y sufrimiento económico al que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba”.
Contraria a esa posición, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrados (AMLO), hizo un llamamiento a considerar el bloqueo de Estados Unidos a la isla. “No se debería silar a nadie, no se debe cercar a nadie, tiene que haber libertad plena y no se debe actuar de esa forma. Diría que es violatorio de los derechos humanos”.
Ambos comentarios -totalmente opuestos- ocurrieron mientras en Cuba el pueblo salía a las calles a pedir libertad, en una nación donde el dictador Díaz-Canel convocó a la agresión contra los ciudadanos.
“Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar a la revolución (…) Estamos dispuestos a todo y estaremos en las calles combatiendo”, dijo, justo cuando saboreaba el rechazo de la mayoría de los cubanos.
Aun cuando se opuso a las manifestaciones pacíficas, reconoció que los últimos años han sido complejos para Cuba, por lo que pidió paciencia, esa que los ciudadanos se cansaron de experimentar ante tantas injusticias. ¡Es que no entienden el daño que le hace el comunismo a una nación!
“Debemos dejarle claro a nuestra gente que uno puede estar insatisfecho, eso es legítimo, pero debemos ver claramente cuando estamos siendo manipulados. ¿Quieren cambiar un sistema, imponer qué tipo de gobierno en Cuba?”, reflexionó el dictador Díaz-Canel.
La economía en Cuba está debilitada: por el embargo, por la crisis sanitaria, por la pésima administración de sus recursos, por la caída del turismo en más del 90% (su principal impulsor) y por las consecuencias del colapso en Venezuela, el principal aliado que le da apoyo con recursos minerales.