El cambio de horario de invierno en Estados Unidos es una práctica instaurada con el objetivo de aprovechar mejor la luz natural durante los meses de menor exposición solar.
Como cada año en Estados Unidos, el horario de verano o Daylight Saving Times, que comenzó en marzo pasado culminará en noviembre, y por esa razón el domingo de la próxima semana se inicia el cambio de hora, lo que requiere ajustar el reloj al horario estándar y también tomar previsiones para su salud.
El horario de verano, o daylight saving time comienza en Estados Unidos el segundo domingo de marzo y finaliza el primer domingo de noviembre, cuando da paso al horario de invierno boreal.
Esta medida se aplica de manera uniforme, con la excepción de los territorios Puerto Rico, Samoa Americana, Guam, las Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes Guam y los dos estados de Arizona y Hawái. El objetivo de este cambio es aprovechar al máximo la luz del sol y beneficiar a la economía.
De acuerdo con Time and Date, el amanecer y el atardecer se producirán aproximadamente una hora antes que el día anterior, por lo que habrá más luz por la mañana y menos por la tarde.
Este horario estándar durará hasta el 9 de marzo de 2025, cuando con la primavera se debe regresar al horario de verano.
¿El cambio es automático en los relojes y celulares?
Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos que tienen las personas, como los smartphones o celulares, realizan el cambio de modo automático a las 2:00 am, el reloj biológico puede tener modificaciones con el cambio horario, por lo que hay que prepararse.
Según especialistas, hay formas de facilitar la adaptación del cuerpo al nuevo horario, como tomar más sol en horas tempranas para ayudar a restablecer el ritmo circadiano y conciliar un sueño saludable.
Esto, porque las mañanas más oscuras y las noches más claras pueden incidir en la dificultad para el sueño tan necesario para la salud, a la misma hora, durante semanas o meses.