La emergencia generada por la pandemia de coronavirus en el mundo y su impacto en la economía de los ciudadanos, es preocupante, hasta el punto de que la seguridad financiera sea una meta casi imposible, especialmente cuando se quiere ahorrar.
Pero no todo está perdido, siempre hay opciones para lograr lo deseado en materia financiera. ¿Por dónde iniciar? El presupuesto es la mejor práctica para controlar la economía y sacarle el mayor provecho al dinero existente. Su diseño y seguimiento son indispensables en momento como los actuales.
Aunque cueste hacer un presupuesto se puede crear un hábito muy productivo que permita identificar en qué se gastan o invierten los recursos financieros.
Entre las funciones de un presupuesto se encuentran:
- Saber en qué se gasta el dinero.
- Priorizar algunos gastos.
- Minimizar las deudas.
- Destinar un porcentaje para ahorros.
- Tener un fondo de emergencias, necesario en estos tiempos.
- Hacer proyecciones.
- Seguimiento y control de las finanzas.
Entonces, ¿es posible ahorrar reduciendo los gastos?
Sí. Aunque a nadie le guste disminuir los gastos, es lo mejor para lograr unas finanzas saludables, por eso, la clave está en priorizar. De allí que es oportuno diferenciar aquellos gastos fijos obligatorios de aquellos variables.
Los obligatorios son aquellos destinados al alquiler de la casa o cuotas de préstamos, mientras que los variables, se relacionan con la alimentación, internet, electricidad y otros servicios.
Sin embargo, existen los gastos discrecionales que se pueden eliminar casi por completo, como las compras en línea o los antojos cuando se va de compras al mercado.
El control del presupuesto hará que se midan los gastos y se repase el estado financiero con frecuencia. Incluso, puede aprovechar los balances que le entregan las entidades financieras para conocer en qué se fue el dinero.