Los repartidores delivery que son importantes para el desarrollo de una empresa en tiempos complejos, deben tener los mismos derechos y obligaciones de quienes cumplen otra actividad comercial, así lo considera Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio.

La crisis generada por la pandemia de covid-19 y las restricciones implementadas por los gobiernos para contener el coronavirus en el mundo, impulsaron los servicios de entrega a domicilio (o delivery) a una velocidad récord, siendo una opción para mantener activos los negocios en plena cuarentena.

Sin embargo, la independencia sin beneficios laborales que caracteriza a las personas encargadas de entregar los pedidos, siguió otro curso cuando ya se habla de adoptar la categoría de empleado a quien cumpla la función de delivery, como el caso de Uber en Europa.

Por eso, Carlos Dorado, sentenció que “el metro debe tener 100 centímetros para todo el mundo, en caso contrario alguien va a competir con una gran ventaja”.

Encontrar ese equilibrio perfecto con la creación de normas que protejan a los colaboradores es el reto, pero sin llegar al punto de desincentivar al empleador.

“Cuando los derechos se vuelven exagerados y demagógicos, el efecto es contrario al objetivo, en el sentido de que en su afán de protegerlo se termina desprotegiéndolo”, enfatizó Carlos Dorado en entrevista a GLOBOMIAMI.

El mismo juego para todas las empresas

Las organizaciones que utilicen a los repartidores de entrega a domicilio para alcanzar las ventas trazadas y satisfacer las necesidades de los clientes, deben asumir un compromiso mayor a ofrecer un porcentaje por pedido, que en la mayoría de los casos es pagado por el comprador.

Carlos Dorado, como presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, dijo que “tener a un grupo de personas entregando comida a domicilio haciéndole un pago, sin ningún tipo de protección social, es un gran incentivo para estas empresas por el poco costo de esta mano de obra, pero es un gran perjuicio para ese trabajador y para las otras partes del sector, como por ejemplo los restaurantes. ¡Eso no puede ser!”

-¿De cambiar las reglas, las empresas se verían afectadas? Porque ya muchas están ahogadas por la crisis

-Yo no creo que se vean afectadas. Si una empresa para sobrevivir debe tener ventajas competitivas importantes, no es beneficioso para la economía, porque está sobreviviendo a costa de otras, que no tienen esa ventaja. O sea, para que unas sobrevivan matamos otras.

Más empleo según Carlos Dorado

Ante esta nueva dinámica que adoptaron miles de empresas en el mundo, la tecnología ha sido fundamental para la gestión de los procesos.

Si bien muchos puestos de trabajo han sido suprimidos, se han creado otros, aunque las estadísticas confirman que hay más desempleados, recordó Carlos Dorado.

“De hecho, ya se está hablando de una Renta Universal Mínima, donde las personas que no consigan trabajo puedan recibir un monto que le garantice unas condiciones de vida”, indicó.

Carlos Dorado cree pertinente que la gran tarea de los planificadores económicos es cómo generar más empleo, pero en forma eficiente y en igualdad de condiciones

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¿Pierden los repartidores?

De concretarse en su totalidad la adopción de los colaboradores por las nóminas de las empresas, el personal de delivery tendrá beneficios que por ley les corresponde.

Sobre si los repartidores saldrían perdiendo ante una eventual eliminación o limitación de personal, Carlos Dorado, señaló que no es posible, “porque la tecnología termina democratizando su uso”.

“Yo siempre pongo como ejemplo los teléfonos celulares, cuando salieron, solo una élite tenía acceso a los mismos, con el tiempo y la competencia termina habiendo más celulares que personas en el mundo”, comparó.

El sector de los repartidores con sus plataformas tecnológicas siempre va a demandar un número importante de personas y no va a disminuir esa demanda por el hecho de que las empresas los tengan que contratar con las mismas condiciones sociales que aplican para los demás.

“Es importante entender que en el mundo de hoy en día, ya los empleos no van a durar lo que duraban antes, donde una gran mayoría nacía y moría con un solo empleo”

En la actualidad, para “mantener una actividad y un empleo, la empresa y el empleado deben actualizarse continuamente. De allí, que va a haber muchas actividades y empleos que desaparecerán. Por lo cual, la preparación y actualización de las personas será básica”.

La gran ventaja, en teoría, es que hoy en día el costo de prepararse es mínimo, ya que la tecnología da acceso a miles de cursos y en una buena mayoría gratis.

“Digo en teoría porque en la práctica esa ventaja no existe, debido a que, si llega a todo el mundo, solo los mejores tendrán un trabajo y las mejores empresas sobrevivirán, y es aquí donde el incentivar el empleo y la renta universal serán claves”, manifestó. “¡Es fascinante lo que nos espera!, pero no por eso deja de ser peligroso, sobre todo desde el punto de vista social”.