viernes, noviembre 22, 2024
viernes, noviembre 22, 2024

Bolsonaro, el ‘camaleón’ del fútbol que extendió la mano a la Copa América

Jair Bolsonaro extendió su mano derecha cuando la Copa América 2021 parecía naufragar por falta de sede. El presidente le abrió las puertas de Brasil al torneo sudamericano, pese a las embestidas de la pandemia, en una muestra más del maridaje entre política y fútbol que él ha sabido aprovechar.

Recibir desde el domingo la competición de selecciones más antigua del mundo fue la última movida futbolera del mandatario ultraderechista para, según expertos consultados por la AFP, exhibir una imagen de “normalidad” en un país que camina hacia el medio millón de muertos por covid-19.

“Hay una conjugación de intereses con relación a la Copa América. Por un lado del gobierno, interesado en mostrar que el país está preparado para albergar la Copa América cuando en realidad (por cuestiones sanitarias) no lo está”, explica el sociólogo Rodrigo Moreira, de la Universidad Federal Fluminense.

“Y de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), de traerla y con eso garantizar ingresos y apoyos” políticos de las federaciones locales, agrega.

Dos semanas antes del pitazo inicial, Bolsonaro respaldó el inesperado pedido de la CBF para organizar la Copa América por segunda vez consecutiva, tras el ganado por la ‘Seleçao’ en 2019.

Su apoyo fue un salvavidas para la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) luego de las salidas, días antes, de las sedes originales: Argentina, por el agravamiento de la pandemia, y Colombia, en medio de protestas antigubernamentales que dejan decenas de muertos.

“Lamento las muertes (por covid), pero tenemos que seguir viviendo”, dijo el mandatario ultraderechista, cuyo caótico manejo de la pandemia es investigado por una comisión parlamentaria, al anunciar el respaldo a la competición, que se desarrollará siguiendo protocolos sanitarios.

Epidemiólogos preocupados por la llegada de una tercera ola y figuras como Luis Suárez, Sergio “Kun” Agüero o Juan Guillermo Cuadrado unieron voces contra la Copa América.

Hasta los jugadores de la ‘Canarinha’ cuestionaron la organización, aunque se deslindaron de “cualquier posición política” en medio de rumores de boicot cuestionados por seguidores del presidente.

¿Futbolero de verdad?

La de la Copa América-2021 no fue la primera intromisión de Bolsonaro en el fútbol. Tampoco es el único mandatario en usar la religión no oficial de Brasil para causas políticas, aunque él le ha puesto un sello especial a esa relación de antaño.

Confeso hincha del Palmeiras, un equipo formado por inmigrantes italianos en São Paulo, no se sonrojó cuando se enfundó en julio de 2020 la camiseta del Corinthians, rival del patio del ‘Verdao’ y club que hizo frente a la dictadura militar (1964-85) que el mandatario defiende.

“Lo que ha cambiado con Bolsonaro es que él se viste y exhibe muchas camisas, él las recibe porque tienen intereses en aproximarse a su figura y obviamente él tiene un interés en movilizar esa aparición de forma populista”, señala Victor Figols, editor del portal deportivo Ludopédio.

LEA TAMBIÉN | Gente de Zona pone ritmo a la Copa América 2021

Desde la campaña presidencial que lo llevó al poder en 2019, Bolsonaro ha exhibido o vestido las casacas de 72 clubes brasileños, tres equipos extranjeros y cinco selecciones, entre ellas la de China, país con el que ha tenido varios enfrentamientos ideológicos, según un conteo de Figols.

“La lógica de un hincha es ser fiel a su club y no vestir la camisa del rival, Bolsonaro no es fiel a su club (…), Lula recibe las camisas, pero no se toma fotos vistiéndolas”, explica el experto, sobre el expresidente izquierdista (2003-2010), principal opositor de Bolsonaro y fanático del ‘Timao’.

Moreira asegura que Bolsonaro lo hace por “conveniencia y oportunismo”, en medio de visitas oficiales a los estados: “A su electorado eso no le desagrada, porque lo encuentran como algo pintoresco y esa es un poco la imagen que él intenta construir, (…) la de que él no es un político común”.

Apuesta “arriesgada”

Bolsonaro, de 66 años, ha levantado dos copas: la del Brasileirao ganada por el Palmeiras en 2018, con él como presidente electo, y la Copa América-2019, ya en funciones, obtenida por la ‘Canarinha’ en el Maracaná.

En ambas ocasiones, en el terreno de juego, fue alabado por varios futbolistas. El capitán del ‘Verdao’, Felipe Melo, le hizo un saludo militar y algunos jugadores de la ‘Seleçao’ corearon su apodo (“Mito”).

“Ojalá podamos volver a festejar más títulos con él”, dijo entonces el capitán brasileño Dani Alves, ausente de la Copa 2021 por lesión.

Aún no hay pistas de sí Bolsonaro, cuya popularidad se viene erosionando por su gestión en la pandemia, asistirá a algún partido de la Copa América, que se celebrarán sin público en Río, Cuiabá, Goiania y Brasilia.

Lo que es cierto es que su apuesta de llevar el campeonato a Brasil puede tener un efecto bumerán.

Brasil fue campeón las cuatro veces que alojó la competición. Como local, la selección brasileña ahora tiene la obligación de ganar so pena de ver festejar a clásicos rivales como Argentina o Uruguay en el Maracaná el 10 de julio.

“Puede que la ‘Seleçao’ no gane, en el fútbol esas cosas pueden suceder. Puede que la ‘Seleçao’ sea la favorita, sea vista así por su desempeño en la eliminatoria para la Copa Mundo, pero ahí él se está arriesgando”, cierra Moreira.

Lo último